La participación femenina en los sectores de logística y retail en México ha mostrado avances en los últimos años. Según datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el grupo femenino representan solo el 11.4 por ciento del personal ocupado en la industria del autotransporte de carga y el 10.4 por ciento en el transporte terrestre de pasajeros.
Además, la Secretaría de Economía indica que, de un total de 1.9 millones de conductores de camiones de carga, apenas el 2.27 por ciento son mujeres.
A nivel global, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala este grupo constituye aproximadamente el 24 por ciento de la fuerza laboral en el sector logístico, lo cual refleja un incremento notable en comparación con años anteriores; que se atribuye, en parte, a la capacidad que tienen para realizar múltiples tareas simultáneamente, su atención a la organización y su empatía, cualidades que enriquecen la industria logística.
Según datos del Gobierno Federal, en el segundo trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) del comercio al por menor, alcanzó los 3.43 billones de pesos, es decir, un incremento del 6.92 por ciento respecto al trimestre anterior. Este crecimiento se debe a factores como la urbanización, la adopción de nuevos métodos de pago, una mayor oferta de opciones crediticias y la evolución de los hábitos de consumo.
Además, la empresa de investigación de mercado Euromonitor International proyecta que las ventas en el retail en México aumentarán un 40 por ciento para 2025 en comparación con 2021, liderando el crecimiento en la región.
De acuerdo con Ana Luisa Rangel, manager de Marketing y Relaciones Públicas en iMile Delivery México, el país enfrenta grandes desafíos, pero existen soluciones en el retail que pueden adaptarse, como las soluciones logísticas. «La logística juega un papel crucial, y existen varias compañías que están abriendo nuevas oportunidades de empleo en la Ciudad de México, permitiendo que varias personas, entre ellas las mujeres, emprendan con una inversión mínima, estableciendo sus propios negocios de reparto y pequeños centros de distribución».
Para fomentar una mayor participación femenina en el mercado, Rangel sugiere que las compañías implementen políticas de igualdad de género, ofreciendo programas de capacitación y desarrollo profesional. Asimismo, recomienda crear entornos laborales inclusivos que promuevan la equidad y brinden oportunidades de crecimiento para el talento femenino.
“Que las mujeres que estén interesadas en incursionar en estos sectores no teman arriesgarse a invertir en el sector logístico. Pueden iniciar con pequeños comercios. Algo importante es hacer un ‘searching’ para comprender las necesidades del mercado e identificar los sectores en crecimiento, como belleza y moda, y confiar en empresas que ofrezcan soluciones adaptadas a su negocio”, detalló.
Además, es esencial que las industrias promuevan la inclusión y el liderazgo femenino en sus estructuras organizativas. Programas como la «Red de Mujeres Retail» de AT&T en México buscan impulsar la igualdad de oportunidades y el empoderamiento en estas áreas, motivándolas a ser líderes que trascienden y cumplen sus metas.
Así mismo, iniciativas como la alianza entre el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog) y Latina Chief buscan incrementar la representación femenina en roles de liderazgo dentro del sector logístico en el país. Mientras que organizaciones cuentan con apoyo a pequeñas empresas que están iniciando, ya que cuentan con una cobertura del 96 por ciento a nivel nacional, lo cual da oportunidad a las mujeres de emprender.
La integración efectiva de dicho sector de la población en los sectores logístico y retail no solo responde a una cuestión de equidad, sino que también aporta beneficios a las compañías, como la diversificación de perspectivas y la mejora en la toma de decisiones. Es fundamental que las organizaciones continúen implementando estrategias que promuevan la inclusión y el desarrollo del talento femenino, contribuyendo así al crecimiento sostenible de la economía mexicana.