La industria del agua en México enfrenta un escenario desafiante marcado por la escasez, el aumento en la demanda y la falta de eficiencia en su gestión. De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el 41 por ciento del territorio nacional enfrenta una crisis hídrica, con 46 municipios en sequía excepcional y 119 en situación extrema.

Uno de los principales factores que agravan esta crisis es el estado crítico de las presas en el país. De las 210 presas que monitorea el gobierno, 70 operan por debajo del 50 por ciento de su capacidad, lo que compromete el suministro de agua en diversas regiones.

En particular, el Sistema Cutzamala, que abastece a la Ciudad de México y el Estado de México, ha visto una reducción en sus niveles, situándose en apenas el 59 por ciento de su capacidad, según el último informe de la misma dependencia.

Ante este panorama, resulta imperativo explorar nuevas estrategias que garanticen el abasto de agua y optimicen su uso. La incorporación de tecnología y modelos de gestión innovadores puede marcar la diferencia en la sostenibilidad del recurso hídrico. De hecho, el reporte Water Technology 2024 de Konfront destaca que la transformación digital en el sector no es una opción, sino una necesidad estratégica para garantizar la seguridad y eficiencia del agua en las próximas décadas.

El informe destaca cómo la Inteligencia Artificial (IA) puede ser un aliado en el monitoreo y administración del agua, con algoritmos avanzados que permiten analizar imágenes satelitales para detectar cambios en cuerpos de agua, identificar anomalías y predecir riesgos de contaminación.

Además, sensores inteligentes, combinados con IA, pueden detectar fugas en tuberías mediante el análisis de patrones sonoros, reduciendo desperdicios y optimizando el consumo.

Por otro lado, el Big Data y el aprendizaje automático ofrecen un enfoque más preciso en la toma de decisiones. A través del análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real, gobiernos y empresas pueden anticipar patrones de consumo y planificar una mejor distribución del recurso, fortaleciendo la capacidad de respuesta ante crisis hídricas.

Por su parte, el blockchain introduce un nuevo nivel de transparencia en la gestión del agua, ya que, permite registrar de manera inmutable el consumo a nivel industrial y domiciliario, facilitando la trazabilidad del recurso. Además, mediante contratos inteligentes, se agiliza la facturación y se aplican sanciones automáticas por desperdicio, incentivando un uso más eficiente.

La industria del agua tiene un enorme potencial de transformación si adopta la tecnología como un pilar central. No se trata solo de garantizar el suministro, sino de crear un ecosistema más inteligente, accesible y sostenible, concluye el reporte. A pesar de la magnitud del problema, pocas empresas han puesto el agua en el centro de la conversación, ya que no es el tema más rentable o de moda, sin embargo, es un recurso vital cuyo manejo eficiente será clave para el futuro.

«Las empresas de agua deben aprovechar el momento de la revolución digital y aplicar aprendizajes de otras industrias para acelerar su transformación. Quienes logren capitalizar esta disrupción primero, serán los que dominen el mercado en los próximos años», explica Alex Cardini, Co-CEO de Konfront.

Señaló que las empresas de agua que adopten soluciones tecnológicas de alto impacto y viabilidad serán las que prosperen en este entorno desafiante. La digitalización del sector no solo representa una mejora operativa, sino una ventaja competitiva que permitirá a las empresas ofrecer servicios más eficientes, sostenibles y rentables.

«El futuro del agua es digital. La combinación de inteligencia artificial, blockchain e IoT no solo mejorará la eficiencia en la distribución y consumo del agua, sino que generará nuevas oportunidades de negocio para startups y empresas consolidadas en el sector», dijo.

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