Este próximo 22 de marzo se celebra el día mundial del agua, una fecha enfocada a promover mejores prácticas y crear consciencia entorno al cuidado que tiene este recurso, y aunque no parezca, la industria de cannabis tiene un rol importante en el cuidado del agua y el medio ambiente, ya que las plantas de cáñamo, que son las principales materias primas de esta industria.

Las fibras de cáñamo son reconocidas por su capacidad de ser industrializado y obtener combustibles como biodiesel, una fuente confiable de energía, además sus largas fibras son ideales para la creación de bioplásticos y hasta para la creación de fibras textiles, los cuales por sus características físicas son ideales en la producción de partes automotrices, ropa y diversos plásticos cuyo ciclo de vida puede ser benéfico al ser 100% reutilizables o reciclables. Sin embargo, el rol del cáñamo industrial va más allá, ya que se ha comprobado que gracias a sus raíces largas se pueden adaptar a cualquier tipo de suelo y ayudar a limpiar los terrenos de siembre de metales pesados y otros contaminantes, ayudando a regenerar la tierra, lo que se convierte en uno de sus principales beneficios, ya que una tierra regenerada tradicionalmente retiene mejor el agua de los cultivos, disminuyendo así el uso de agua para otro tipos de cosechas y además, el cáñamo es una de las cosechas que mejor se comportan durante periodos de sequía. Por ejemplo, para producir un kilo terminado de algodón se requieren alrededor de 4,400 litros de agua, mientras que para la misma cantidad de tela de cáñamo se requieren 990 litros, lo mismo sucede en la industria alimentaria, ya que 100 gramos de semillas de cáñamo proporcionan alrededor de 31.6 g de proteína mientras que la misma cantidad de almendras proporcionan 21.15 g de proteína, pero los almendro maduros suelen requerir entre 12 a 15 mega litros de agua por hectárea al año, siendo este consumo muy superior a la de los sembradíos de cáñamo que sólo requieren 1.5 mega litros.

En la industria cosmética y de suplementos alimenticios sucede algo similar, ya que la huella de carbón de esta industria es muy alta al contener silicones, parabenos, y en muchos casos estar hechos con parabenos, mientras que los cosméticos de cáñamo aprovechan otras fuentes y los mismos aceites vegetales provenientes de las plantas.

“Pese a todas estas ventajas el gran reto que enfrenta la industria de cannabis a nivel global es el establecimiento de regulaciones que permitan la creación de cadenas de valor que aprovechen todos los usos industriales de las plantas y no sólo la promoción de extractos con fines médicos y recreativos, de esta manera, lograremos tener una industria de cannabis que abarque la creación de bio combustibles y bioplásticos, fibras textiles y para papel, suplementos y cosméticos, así como productos alimenticios y medicinales, todos provenientes de campos que pueden ciclar sus cosechas y aprovechar de mejor manera los beneficios del cáñamo para la regeneración del suelo, pero sobre todo, disminuyendo consumos de agua de manera periódica” puntualizó Raúl Elizalde CEO de HempMeds.

Para lograrlo es necesario sumar a todos los jugadores dentro de las industrias verticales que pueden verse beneficiadas por el cáñamo, como la industria de partes automotrices, textiles, farmacéutica y alimentaria, y en conjunto establecer claro mecanismos de seguridad y eficacia, que permitan importar tecnología para promover el desarrollo tecnológico del campo y al mismo tiempo colaborar con autoridades para garantizar que el articulo 245 fracción V de la Ley General de Salud sea contemplado e implementado a cabalidad, y de esa manera los beneficios del cáñamo sean aplicados no sólo para mejorar la salud de las personas, sino para promover la adopción de una amplia gama de productos cuyo impacto ambiental sea mucho menor.

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