En el marco del Día Mundial del Agua, Brown-Forman, uno de los principales referentes en la industria de bebidas espirituosas a nivel nacional e internacional, reafirma su compromiso ambiental con una inversión de 32 millones de dólares para la construcción de una nueva planta de tratamiento de aguas residuales en Casa Herradura. Esta instalación, que entrará en operación en mayo, tendrá la capacidad de procesar hasta 120 metros cúbicos de vinazas por hora, optimizando la gestión del recurso hídrico en sus operaciones.

Este proyecto se suma a los 16 millones de dólares que Brown-Forman ha destinado a mejoras tecnológicas en Casa Herradura, ubicada en Amatitán, Jalisco, las cuales buscan optimizar la eficiencia de sus operaciones y fortalecer su compromiso con la sustentabilidad.

Desde Casa Herradura, pionera en la industria tequilera, Brown-Forman ya aprovecha el 65% del agua tratada para el riego de sus instalaciones, con planes de incorporar este recurso también en los sistemas de enfriamiento utilizados durante el proceso de destilación, reduciendo la extracción de agua.

Con la mirada puesta en el futuro, Casa Herradura se ha propuesto metas ambiciosas: reducir en un 15%, respecto a 2016, el consumo de agua por unidad de producción y reutilizar responsablemente el 80% del agua tratada de sus operaciones, ambos objetivos para 2030. Estas ambiciones están alineadas con la estrategia de sostenibilidad establecida por el Consejo Regulador del Tequila.

«El agua no solo es esencial para producir nuestras bebidas; es la base de las comunidades donde vivimos y operamos. Nos tomamos una pausa para reconocer la urgencia de implementar acciones concretas que aseguren su conservación a largo plazo”, enfatizó David Salazar Luévano, Mánager de sustentabilidad en Casa Herradura.

Conscientes de que la sustentabilidad trasciende sus propias operaciones, Brown-Forman también participa en iniciativas ambientales que impactan positivamente a las comunidades donde opera. En el proyecto Charco Bendito, ha contribuido a la reforestación de 125 hectáreas con más de 45,000 árboles desde 2020, ayudando a mejorar la calidad del agua y restaurar ecosistemas.

Además, como parte de su modelo de economía circular, la compañía aprovecha el biogás generado en el tratamiento de vinazas para alimentar sus calderas, junto con el uso de bagazo de agave como combustible. Esta estrategia disminuye el uso de energías fósiles, por lo tanto, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a una menor huella de carbono.

Así, la compañía mantiene un firme compromiso con acciones que consolidan su liderazgo en la industria y demuestra que es posible preservar los recursos naturales sin comprometer la calidad ni la tradición de sus productos.

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