En el pasado, la gestión de activos dentro de la cadena de suministro funcionaba en silos. Cada área tenía su propio enfoque, y la comunicación entre equipos era limitada. Sin embargo, el ritmo acelerado de los negocios y la creciente complejidad operativa han cambiado las reglas del juego. Hoy, la integración de datos en toda la cadena —dentro y fuera de la organización— ya no es opcional, es esencial.

Durante el Manifest Summit 2025, el evento internacional que reúne a los líderes en cadena de suministro y logística, William Wappler, CEO de Surgere, destacó que «la gestión de activos ha evolucionado de un proceso aislado a una red interconectada de tecnologías. Preguntas como: ¿Dónde están mis productos?,   ahora tienen más implicaciones, porque las empresas buscan información más detallada: ubicación, atributos, condiciones ambientales y velocidad de transportación. Este nivel de seguimiento permite tomar decisiones clave para optimizar procesos y garantizar la continuidad operativa”.

El impacto de la tecnología y la IA en la gestión de activos

La adopción de tecnología y el uso avanzado de datos han revolucionado la optimización de los negocios y la eficiencia operativa. Según PWC el 49% de los CEO en México son optimistas sobre el impacto de la IA en la rentabilidad. Herramientas como IA generativa, procesamiento de lenguaje natural o aprendizaje automático, se ha convertido en un punto de inflexión para las empresas, con aplicaciones como:

Visibilidad total de la cadena de suministro: la IA permite analizar y prever interrupciones, optimizar tiempos de entrega y evaluar el desempeño de socios estratégicos.

Gestión optimizada de inventario: IA ayuda a reducir excesos y faltantes al detectar patrones de consumo y anticipar la demanda.

Mantenimiento predictivo:  identificar fallas antes de que ocurran permite reducir costos operativos y evitar paros inesperados.

Claves para implementar IA en la gestión de activos

Escalabilidad y flexibilidad: no todas las soluciones de IA funcionan igual. Es fundamental elegir herramientas que crezcan con el negocio y se adapten a sus necesidades.

Calidad de los datos: la IA solo es tan buena como los datos que procesa. Sistemas IoT y capturas en tiempo real garantizan información confiable.

Cumplimiento normativo: la IA puede automatizar alertas y recordatorios de regulaciones, asegurando que las empresas se mantengan alineadas con los estándares de la industria. Wallper lo resume así: «Sin compromiso de la dirección y una gobernanza clara, la gestión de activos no será efectiva. No basta con implementar tecnología; es necesario establecer estructuras de uso y seguimiento”.

La gestión de activos impulsada por IA no es solo una tendencia, es una ventaja competitiva. Las empresas que adopten tecnologías escalables, aseguren datos confiables y establezcan una autonomía efectiva serán las que marquen la diferencia en los próximos años.

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