En los últimos años, la diversidad, equidad e inclusión (DEI) ha dejado de ser un ideal aspiracional para convertirse en un indicador relevante de desempeño organizacional. Las empresas en México lo saben, aunque hay una diferencia considerable entre reconocer su importancia y ejecutar políticas efectivas.
Según el Estudio de Remuneración de Page Group, el 77% de las empresas en México considera que fomentar una cultura DEI es importante, pero cerca de un tercio aún no ha implementado acciones concretas y un 16% se encuentra apenas desarrollándolas. Esto indica que sin duda, hay un rezago en la formalización de estrategias que garanticen igualdad de condiciones para todos.
Una de las señales más claras del desafío que enfrentan las organizaciones es la brecha de percepción entre hombres y mujeres. Solo el 38% de las mujeres encuestadas considera que su empresa toma en cuenta la igualdad de oportunidades, frente al 51% de los hombres. Además, el 65% de las mujeres afirma que no ve posibilidades de crecimiento a largo plazo en su empresa actual, un 5% más que los hombres.
La percepción también varía por generaciones. Mientras el 54% de los Centennials considera que su empresa promueve la equidad de oportunidades, el optimismo disminuye entre los Millennials con un 47% y la Generación X con el 46%. Estos datos del estudio sugieren que, si bien se ha avanzado, las experiencias del talento todavía están marcadas por sesgos de género y edad.
Otro aspecto crítico que evidencia las barreras estructurales es la inclusión de personas con discapacidad. El 39% del talento señala que su oficina o modalidad de trabajo no está adaptada para este segmento, y apenas el 40% afirma lo contrario. A pesar del discurso inclusivo, muchas organizaciones todavía no ofrecen condiciones básicas para garantizar la participación plena de personas con movilidad reducida u otras limitaciones.
Este punto no solo representa un reto ético, sino también económico, pues datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan que la exclusión laboral de personas con discapacidad puede implicar pérdidas de hasta el 7% del PIB en algunos países; razón suficiente para acelerar el cambio.
El rol de los líderes también es indispensable. El estudio de PageGroup muestra que los empleados creen que los líderes pueden promover la equidad mediante tres acciones prioritarias: establecer políticas de compensación y promoción transparentes, eliminar sesgos en la toma de decisiones y comprometerse activamente con la diversidad.
Inclusive, el 60% de los colaboradores de la Generación X y Millennial estaría dispuesto a renunciar a su empleo por un mal liderazgo, de modo que el impacto de una gestión poco inclusiva no solo afecta la cultura interna, sino también la retención del talento.
“En un mercado donde el 85% del talento busca hacer carrera a largo plazo en una misma empresa, construir ambientes equitativos, diversos y con oportunidades claras de crecimiento es fundamental para la retención. De hecho, entre las razones más valoradas para aceptar un nuevo empleo, incluso con un salario menor, están los paquetes de prestaciones y las políticas flexibles, ambos aspectos que se cruzan con una visión más humana de los entornos laborales.” Comentó Oliver Odreman, Senior Director en Michael Page México.