En busca de cargarse de energía colectiva, soltar lastres del pasado y darle la bienvenida a la primavera, el pasado 18 de marzo, en punto de las 15:00 horas, las Islas de Ciudad Universitaria fue el punto de reunión para el público de diversos géneros y edades, que se dieron cita para saludar al astro rey, con el ya tradicional evento de 108 saludos al sol que organiza la Asociación de Yoga de la UNAM y que celebró su cuarta edición en este 2025.
En esta edición se conmemoró a cuatro mujeres que incursionaron en el yoga a nivel mundial: Indra Devi, Sri Anandamaji Ma, Geeta Iyengar y Mirra Alfassa, pioneras de la inclusión de las mujeres a esta disciplina milenaria, ya que, anteriormente el yoga femenino no tenía cabida en la sociedad, según explicó Ana Laura Valdez Espinosa, presidenta de la Asociación de Yoga de la UNAM.
Para dar inicio al evento, luego de leer algunas semblanzas de las cuatro mujeres mencionadas, se hizo una meditación de arraigo relacionada con el balance de la energía masculina y la energía femenina en el cuerpo, se mencionó que cada una de estas energías tiene su deidad: Shiva, conocido en el hinduismo como el dios de la destrucción; y Shakti, que representa la energía y creatividad femenina.
Posteriormente, los cerca de 100 asistentes realizaron movimientos articulares para cargar el cuerpo de energía y aprendieron, una por una, las 12 posturas en secuencia mientras alternaban con inhalaciones y exhalaciones, para completar un saludo al sol.
Después, se realizaron los 108 saludos al sol, guiados por la presidenta de la Asociación de Yoga de la UNAM, para que todos los asistentes tuvieran un ritmo similar en el ejercicio. Finalmente, se bajaron las pulsaciones en la postura de savasana y, una vez que el cuerpo se relajó y adquirió los beneficios de esta rutina, se llevó a cabo una última meditación de agradecimiento al cuerpo de cada individuo que participó en el evento.
Sandra Verónica de Santos Medina, alumna de posgrado en la Facultad de Artes y Diseño, quien fue una de las participantes de los 108 saludos al sol, expresó el periplo de sentimientos que vivió durante la actividad. “Llegué muy emocionada, pero también con la intención de acomodar mi mente y aclarar los problemas que tenía acumulados. Al final de la práctica me sentí liberada y llena de energía”.
Se ejecutan 108 saludos al sol porque es un número sagrado dentro de la práctica del yoga y de la filosofía hindú. Asimismo, la tierra y el sol tienen una distancia de 108 veces el diámetro del sol, aproximadamente; el número uno tiene la no dualidad; el cero, representa la espiritualidad; y el ocho, el infinito.
“El yoga representa la diversidad, por eso cada quien hace los ejercicios hasta donde su cuerpo les indica. Este año fue muy bonito ver tanta diversidad, tanto de géneros, cuerpos y edades diferentes, que vinieron a hacer esta actividad con nosotros, además de ver que cada vez se conforma una comunidad de yoga más amplia en la Universidad Nacional”, manifestó Ana Laura Valdez.