La piel de los niños es más delicada y vulnerable a los efectos de la radiación ultravioleta por lo que se aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez si no se toman las medidas preventivas adecuadas, alerta la doctora Helena Vidaurri, quien detalla que la protección solar no debe limitarse a los días de playa o alberca, sino que debe ser parte de la rutina diaria de cuidado de la piel.

«La radiación ultravioleta está presente todo el año, cada vez que tenemos luz de día, incluso en días nublados o en interiores con exposición a ventanales. Es fundamental que los padres fomenten hábitos de fotoprotección desde la infancia para reducir el riesgo de enfermedades cutáneas en el futuro».

Vidaurri de la Cruz, dermatóloga pediatra e integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), explica que las quemaduras solares en la infancia pueden duplicar el riesgo de desarrollar cáncer de la piel, incluso melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de todo el cuerpo. «El sol no solo causa enrojecimiento o quemaduras superficiales, sino que también provoca daño en el ADN de las células de la piel, lo que puede derivar en lesiones precancerosas y cáncer cutáneo a largo plazo», advierte.

Por ello es clave que padres y cuidadores den el ejemplo y enseñen a los niños la importancia del autocuidado. La creación de hábitos saludables desde temprana edad garantizará que en la adultez continúen protegiendo su piel. “Proteger la piel de los niños hoy es una inversión en su salud futura”.

La especialista certificada por el Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría y por el Consejo Mexicano de Dermatología, A.C., comparte estas medidas ante las altas temperaturas:

Uso de protector solar: Aplicar un protector solar de amplio espectro (UVA y UVB) con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Se debe aplicar 30 minutos antes de la exposición al sol y reaplicarse cada cuatro horas. Durante las vacaciones se debe aplicar cada hora, y después de nadar o sudar en exceso.

Ropa protectora: Optar por ropa de manga larga, colores oscuros y tejidos con protección UV. Los sombreros de ala ancha y las gafas de sol con filtro UV también son recomendables.

Evitar la exposición en horas pico: Entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., la radiación solar es más intensa, por lo que se recomienda buscar sombra y evitar actividades al aire libre en esos horarios.

Buena hidratación: Es fundamental que los niños consuman suficiente agua para evitar la deshidratación y ayudar a mantener la piel saludable.

Protección también en interiores: Aunque se esté en espacios cerrados es necesario aplicar protector solar y usar cortinas o filtros solares.

Finalmente, la doctora Helena Vidaurri, apuntó que “cuando estén de vacaciones, no se debe notar que se asolearon y la piel no debe estar más morena, ni roja porque ambos cambios ocurren por exceso de exposición al sol. Los cambios en el color de la piel siempre indican exceso de sol”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *