La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reportó la variación de precios de la canasta básica alimentaria de cuarenta y cuatro productos de marzo a abril del presente año; cuyo costo sigue al alza.
El precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) resultó en 1,904.67 pesos al aumentar su precio en promedio 15.24 pesos, lo que significa una variación al alza de 0.81 por ciento. Con este son dos meses consecutivos al alza, de febrero a marzo el incremento fue de 7.44 pesos, equivalente a una variación de 0.40 por ciento.
Los cinco estados con la CBA más encarecida resultaron ser Chihuahua 13.18 por ciento, Campeche 12.59 por ciento, Morelos 4.24 por ciento, Querétaro y Tabasco 3.68 por ciento.
Los productos que más aumentaron en el último mes son aguacate 11.27 por ciento, que pasó de 77.66 a 86.41 pesos; chile jalapeño 11.05 por ciento, que pasó de 27.38 a 30.40 pesos; avena 7.53 por ciento, que pasó de 40.52 a 43.57 pesos; limón 5.87 por ciento, que pasó de 34.16 a 36.16 pesos, y bistec de res 4.66 por ciento, que pasó de 198.69 a 207.94 pesos (provocando la disminución del consumo de carne a una vez a la semana en los hogares más vulnerables).
“La guerra arancelaria sigue complicando el escenario económico global y lo vuelve cada vez más peligroso al dejar claro las intenciones que hay detrás de todo esto por parte de los Estados Unidos: levantar un bloqueo económico”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Otra cara de la misma moneda son las prohibiciones comerciales que justificadas con motivos ideológicos y políticos distorsionan el mercado al desregularlo antes que reglamentarlo, acabando de amolar el desarrollo económico del país, de por sí marginal, al vulnerar la recaudación fiscal y poner en mayor riesgo la seguridad y salud pública.
Recientemente dos prohibiciones comerciales se han consumado en México: la prohibición de vapeadores y la prohibición de golosinas para niños, adolescentes y universitarios, ambas medidas han demostrado su inoperancia en el mercado a la hora de buscar ponerlas en práctica, dijo.
Para colmo las campañas de desinformación animadas por noticias falsas (fake news), que promueven un boicot comercial a las marcas de productos americanos elaborados por manos de trabajadores mexicanos y que forman parte de nuestra economía, lo más que han logrado, y lo que resulta delicado de estas campañas, es afectar a los pequeños comerciantes y a sus familias al provocar caída de sus ventas y a los consumidores que ven afectado su reducido poder de compra.
“Estamos avanzando hacia una era oscurantista que amenaza con revertir los avances de cuatro décadas de globalización que han arrojado un saldo positivo para el desarrollo de la economía mundial, cadenas productivas entrelazadas entre países generadoras de mercancía de calidad asequibles involucrando mano de obra de un sinnúmero de territorios logrando con ello sacar de la pobreza a millones de seres humanos.
Ahora de golpe y porrazo nos dicen que por ahí no es y que hay que regresar a esquemas de economías cerradas con ideologías nacionalistas, lo que significa un descarrilamiento de la marcha del mundo”, reflexionó Rivera.
La guerra arancelaria y las prohibiciones comerciales son dos caras de la misma moneda que conculcan al libre comercio y el libre albedrio de los consumidores, bloqueando con ello el desarrollo de nuestras economías.