En México, más de 214 mil millones de metros cúbicos de agua fueron extraídos en 2023, pero una gran parte se pierde o se utiliza de forma ineficiente. Según el INEGI, el 55.6 por ciento de esta agua se destinó a la generación hidroeléctrica, mientras que el resto fue utilizado en sectores económicos como el agropecuario (32.2 por ciento) y la industria (12.2 por ciento).

De acuerdo con el último reporte Estadística del Agua en México 2023 de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al año se trataron aproximadamente 58.11 m3/s en 3,809 plantas residuales industriales en operación, lo que representa aproximadamente el 48 por ciento de la carga total estimada. Esto significa que más del 50 por ciento del agua residual generada por la industria en México sigue sin recibir tratamiento ni ser reutilizada, lo que representa una pérdida significativa de un recurso que podría integrarse de nuevo a procesos productivos.​

“El problema es que muchas empresas ven esta agua residual como un desperdicio”, explica Juan Pablo Rivero, CEO de Hydrous. “Pero si no se trata ni se reutiliza, es un recurso que simplemente se está perdiendo. A esto hay que sumar que en sectores industriales el costo del tratamiento, disposición o transporte —especialmente en pipas— puede ser mucho más alto que el del agua misma. Cualquier empresa que esté usando pipas debería estar considerando urgentemente un sistema de reciclaje”.

A esto se suma un panorama en el que muchas infraestructuras están subutilizadas. Aunque México cuenta con cientos de plantas de tratamiento, muchas fueron construidas para cumplir con requisitos normativos, pero no necesariamente para operar de forma eficiente.

“El incentivo en México fue construir plantas por normativa. Muchos permisos de construcción, Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) y otros trámites se condicionaban a que se tuviera una planta de tratamiento. Pero una vez que el permiso se obtenía, pocas veces había seguimiento, supervisión o inversión para garantizar su operación continua. Hoy, con el agua más escasa, más cara y con mayor presión regulatoria, las empresas están empezando a ver el valor de reactivar o mejorar esos activos”, añadió.

En México, las industrias que más agua demandan son aquellas con procesos productivos intensivos en el uso del recurso hídrico, entre ellas se ubican la industria de bebidas y alimentos, que usa agua tanto como ingrediente como en la limpieza y procesamiento. Según la Secretaría de Agricultura federal, el 86 por ciento de la huella hídrica de un mexicano se debe a alimentos y bebidas. Tan solo para producir 1 kg de azúcar refinada de caña de azúcar se necesitan alrededor de 1,500 litros de agua. Para producir un litro de cerveza se necesitan entre 3 y 5 litros de agua.

Mientras que la industria textil, de acuerdo con la ONU, la industria de la moda es responsable del 20 por ciento del desperdicio total de agua a nivel global. Tan solo la producción de unos jeans requiere aproximadamente 7,500 litros de agua.

Por su parte, las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas necesitan agua para enfriar sistemas y generar energía. Las termoeléctricas representan el 4 por ciento del agua concesionada, según el IMCO.

Según el IMCO, en 2020, el sector agropecuario recibió el 76 por ciento del agua concesionada en el país, principalmente para riego y ganadería. Principal consumidor de agua, especialmente para el riego de cultivos.

El sector de tratamiento de aguas residuales, en el ámbito municipal, también presenta grandes atrasados pues las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales albergan uno o varios procesos destinados a depurar aguas residuales que, tras ser utilizadas para diversos fines, se han contaminado con desechos domésticos, industriales o comerciales. En 2022, existían 3 440 de este tipo de instalaciones, de las cuales 2 258 se encontraban en operación (65.6 por ciento). Los 5 estados con más plantas de tratamiento en operación fueron: Sinaloa (282), Oaxaca (186), Jalisco (143), Tlaxcala (138) y Guanajuato (127).

De acuerdo con el INEGI, el agotamiento del agua subterránea registró un volumen de 5 616.1 Mm3, cuyo costo imputado fue de 35,751.8 millones de pesos en 2023, equivalente a 0.11 por ciento del PIB del total de la economía del país.

En ese mismo año, alrededor de 24,918.4 Mm3 de agua residual regresaron al medio ambiente sin tratamiento, degradando la calidad de los cuerpos del agua. De acuerdo con las CEEM, el costo para el tratamiento de este tipo de descargas residuales ascendió, ese año, a 66,277.6 millones de pesos, equivalente a 0.21 por ciento del PIB.

La suma de los costos del agotamiento del agua subterránea y de la degradación del agua superficial, alcanzó una cifra de 102 029.4 millones de pesos, equivalente a 0.32 por ciento del PIB del 2023. De ese monto, la industria y los servicios registraron la mayor participación.

Los Gastos de Protección Ambiental (GPA) son gastos para la gestión de las aguas residuales y gastos para la conservación del recurso. La gestión incluye la inversión en sistemas de drenaje, alcantarillado y plantas de tratamiento, en tanto que la conservación se refiere a la promoción del uso sustentable del recurso hídrico, medidas para su ahorro, prevención y reparación de fugas, entre otras. En 2023, los gastos asociados con estas medidas alcanzaron un monto de 81,539 millones de pesos (37.1 por ciento del GPA de México).

Recordó que Hydrous, es una empresa mexicana especializada en tratamiento y reúso de agua, opera en México y Estados Unidos con más de 15 años de experiencia atendiendo a compañías Fortune 500 en sectores industriales, comerciales y municipales.

Su propuesta se basa en sistemas móviles y replicables que transforman agua sucia en agua limpia, mediante un modelo plug and play fácil de implementar. Al igual que en la industria solar —donde la energía del sol se convierte en electricidad a través de contratos PPA o modelos Energy as a Service—, este modelo permite acceder a agua reciclada de la más alta calidad mediante contratos WPA o Water as a Service.

A diferencia de proveedores que promueven una sola tecnología, Hydrous trabaja con un portafolio agnóstico que incluye: Herramientas de inteligencia artificial para análisis predictivo; Desalinización eficiente (CapDI); Sistemas de depuración biológica de aguas residuales; Membranas avanzadas (RSL); Sistemas de monitoreo inteligente en tiempo real.

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