En un contexto económico global volátil, el mercado de lujo en México se consolida como un sector resiliente y en expansión, impulsado por consumidores que buscan calidad, exclusividad y experiencias con propósito. Según un estudio de LuxuryLab Global y Equativ, México lidera el mercado de lujo en América Latina, con un valor de 14 mil millones de dólares.

Frente al contexto actual, el valor real de este sector no radica únicamente en su rentabilidad, sino en su capacidad de adaptación a los cambios culturales, económicos y de demandas cada vez más conscientes.

De acuerdo con Fery Palma, emprendedora mexicana y CEO de Palmas Pocket, emprendimiento mexicano de marroquinería dedicada a elaborar portavinos únicos: “Más allá de las tendencias pasajeras, este nicho ofrece oportunidades significativas para marcas y emprendedores que logren entender sus dinámicas y conecten con las nuevas preferencias de un cliente cada vez más exigente”.

Según palabras de la especialista, adentrarse en este mercado no es simplemente “vender caro”. Es comprender que el consumidor de lujo invierte en historia, en exclusividad y en valores. Por ello, las marcas que triunfan son aquellas que construyen universos alrededor de sus productos, cuidan cada detalle y entienden a fondo a quién le están hablando, por lo que a continuación te compartimos una serie de consejos para lograrlo de manera exitosa:

Define un propósito claro: Antes de lanzar un producto o servicio destinado al mercado premium debes plantearte las siguientes preguntas:  ¿Por qué existe esta marca? ¿Qué valor agrega al mercado y a sus consumidores? ¿Estoy llevando algo diferente? Es importante que siempre recuerdes que el lujo no solo es estética, también es significado e historia.

Invierte en cosas genuinas: Para este mercado no hay atajos. Los materiales, la producción, el diseño y la experiencia del cliente deben estar a la altura de las expectativas, por lo que la calidad es un requisito básico para poder lograrlo. Recuerda que esto debe ser uno de tus pilares para construir una marca e industria que impacte.

Crea una experiencia integral: Desde el empaque hasta el servicio post-venta, todo debe ser parte de un cuidado proceso de comunicación. Los consumidores esperan sentir que están adquiriendo algo único desde el primer contacto.

Conecta con las nuevas sensibilidades: Hoy, el lujo también es sustentabilidad, responsabilidad social y respeto por la autenticidad cultural, los procesos y las tradiciones. Las marcas que entienden esto se posicionan con mayor fuerza al mostrarse como compañías con valores y que comprenden la importancia de cuidar y respetar lo artesanal.

No busques volumen, busca pertenencia: El lujo vive de comunidades selectas, no de ventas masivas. Construir una audiencia fiel y comprometida vale mucho más que vender al por mayor.

“México tiene el talento creativo, la riqueza cultural y la capacidad de producción para seguir posicionándose en la escena global del lujo. La clave está en hacerlo con propósito, autenticidad y visión a largo plazo. Más que una moda, el lujo es una filosofía de negocio. Un espacio reservado para aquellos que entienden que lo verdaderamente valioso no se construye de la noche a la mañana, sino a través del tiempo, la pasión y un propósito claro.”, concluyó Fery Palma.

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