Federico Casares, director general de la empresa de tecnología del agua ASIM, señaló que existen entidades con quienes tienen acciones de mejora del servicio del agua en Sonora, Jalisco, Ciudad de México, aunado a que existen entidades con grandes proyectos como es Querétaro con el sistema El Batan.
Comentó que el estado de Querétaro requiere de una mayor instalación de tecnología para la gestión de agua potable y servicio de tratamiento de aguas residuales. “Es una realidad que la entidad tiene poca agua y debe compensar su déficit con mayor productividad y eficiencia en su red hídrica”.
Abundó que Querétaro es una zona muy afectada por sequías, alta presencia industrial que utiliza agua, un alto crecimiento urbano, situaciones que desembocan en que se requiera más inversión en la red hídrica para crecer en su infraestructura, con parámetros de tecnología moderna.
Cabe mencionar que la tecnología enfocada en el agua, permite establecer nuevos esquemas de dotación del líquido, monitoreo adecuado del agua extraída en los pozos concesionados, que son aspectos que a nivel nacional padecen de un alto desorden.
Al menos 4 de cada 10 residentes en el estado de Querétaro consideraron la escasez de agua como el principal problema dentro de la entidad, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2024 del INEGI.
Indicó que la llegada del Tren México-Querétaro será un gran reto para la entidad, pues la llegada de más empresas, crecimiento de zonas urbanas, etc., exigirá más uso de agua y creación de infraestructura hídrica más eficiente.
Además que la llegada de los Data Center a Querétaro, es otro gran reto, pues la entidad alberga 10 de estas instalaciones y se prepara para recibir el doble para próximos años. Un centro de datos de 15 megavatios (mw) de capacidad puede requerir de 1.36 millones de litros diarios de agua. Tres módulos situados en los alrededores del municipio de Colón, con capacidad total de 52 megavatios mw, demandarían entonces unos cuatro millones de litros, por citar un sitio.
Aceptó que un freno para mejorar la eficiencia en el sector agua es la falta de inversión oficial, desde los sistemas operadores, los municipios y los Estados, pues se requiere aportar recursos públicos por más de una década (sin detener dicho financiamiento) para ir modernizando los diversos servicios del agua para la población, agricultura e industria.
“Tenemos que dejar de sólo pensar en trienios o sexenios, las autoridades deben laborar con visión generacional y no sólo con perspectiva electoral. Un ejemplo de los grandes pendientes nacionales, es que de los más de 2,800 organismos operadores del agua, sólo 20 son autofinanciables en el país”, sentenció.
Mientras que el sector industrial requiere de más prisa para cumplir los requerimientos de ley que marca la NOM-001-2021, que marca que desde este año 2025, toda empresa del país que utiliza agua y hace descargas, requiere de cumplir diversos parámetros de tratamiento de la misma.
“En México, necesitamos de más plantas de tratamiento, empresas responsables, organismos operadores más autoviables, así como personal técnico bien capacitado, etc.”, dijo.
En el país se requiere de un trabajo más coordinado y constante tanto de los organismos operadores del agua, las autoridades municipales, los gobiernos estatales y la Federación, pues las redes de distribución son antiguas y hasta un 40 por ciento del líquido se pierde en fugas, dijo.
Explicó que es urgente que los municipios y Estados trabajen en la detección de fugas por ultrasonido -Gas detection- del agua potable; aunado a implementar nuevas plataformas y software que nos permiten ayudar a los organismos operadores del agua a llevar un mejor control y contabilidad del agua consumida; implementar tecnología para un menor consumo de energía eléctrica; etc.
En relación al Plan Nacional Hídrico (PNH), refirió que tiene muy buenas intenciones, que espera se concreten con los presupuestos adecuados, las licitaciones necesarias, y que se ponga orden en las concesiones de pozos de agua, agregó que, no es sólo llevar más agua sino rehabilitar las redes hídricas actuales.
Aunque, debe entenderse que el incremento en la demanda de agua, las construcciones sin planificación y las zonas sísmicas también son factores que incrementan la probabilidad de fugas. Mientras se proponen algunas soluciones, el personal institucional y el presupuesto destinado a la reparación de la tubería se ven superados.