Las comisiones unidas del Senado aprobaron, en un proceso acelerado y sin debate amplio, la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La iniciativa, que ahora pasará al Pleno del Senado, ha desatado fuertes críticas por su potencial para restringir la libertad de expresión y centralizar el control de medios y redes sociales.
El dictamen, fue aprobado en fast track por Morena, sin un parlamento abierto, al respecto, los senadores de Acción Nacional, por el estado de Querétaro, Ricardo Anaya y Guadalupe Murguía dieron a conocer su desaprobación por el aval de Morena a una ley que ni ellos mismos leyeron.
La senadora Murguía criticó que la Federación podía detener los comerciales de televisión antimigrantes de Estados Unidos, pero agarro dicho pretexto para mandar una modificación a la ley de telecomunicaciones que controlará la libertad de expresión.
Lamentó que los senadores de Morena sin poner a discusión y análisis la ley al vapor que mandó la Federación sea puesta a votación sin del leída.
Denunció que la nueva ley concentra muchas atribuciones a la Agencia de Transformación Digital, organismo (que solo responderá a Presidencia) que se atribuye los parámetros en telecomunicaciones que tenían las secretarías de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes; es evidente que se busca controlar la expresión y narrativa política en medios de comunicación. Es una ley censura que se tiene en regímenes autoritarios, denunció.
Un ejemplo es que se ratifica que los concesionarios deben respetar el uso correcto del lenguaje y las expresiones publicadas, aspecto que la Corte había desechado en la ley anterior y ahora, Morena la vuelve a presentar y avalar. Además que la Agencia de Transformación puede bloquear plataformas que a su parecer violan los estatutos de su ley. Es decir, la Agencia se vuelve autoridad ejecutora y legisladora de la opinión mediática.
Además que las multas a los concesionarios que no cumplan con la nueva ley, se les podría quitar del 0.1 al 0.75 de sus ingresos monetarios, que será determinado de forma unilateral por la Agencia de Transformación Digital. “Esta ley ya la tenían pensada y solo es pretexto los spots de Trump para aplicarla y controlar la narrativa política nacional”.
Por su parte, Ricardo Anaya, la describió como una “Ley Censura” que sigue un manual autoritario: identificar un problema, manipular información e imponer control.
Anaya señaló que el supuesto problema urgente que justificó la ley (anuncios antiinmigrantes de Trump) ya no existe, y acusó a Morena de usar esto como pretexto para centralizar el poder, eliminando la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). “No legislan para proteger derechos, sino para blindar el poder”, afirmó.