- En Chile, la iniciativa “bosque conectado” que protege vía online a más de 70 mil hectáreas
- En México sólo un 7% de agricultores consulta el Internet para mejora de sus cultivos
En México, la realidad de tener zonas serranas, amplios desiertos y cientos de poblados de menos de 2,000 personas, cientos de miles de hectáreas de bosques –que padecen de problemas de deforestación ilegal-, más de 2 millones de personas que habitan en zonas protegidas, ínfimo presupuesto federal y estatal para conservar los ecosistemas, muy escasos proyectos productivos agrícolas con nulo desarrollo digital, son algunas de las diversas berreras que impiden uso del mundo web para proteger a la naturaleza.
Se tienen algunos monitoreos en algunos rubros, como es el control y detección de incendios forestales –a cargo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor)-; sin embargo, dicho programa no tiene capacidad de hacer un monitoreo de la realidad de los bosques nacionales.
La Conafor también cuenta con un sistema de monitoreo forestal que es el SAMOF, que padece de atrasos y falta de precisión en sus iniciativas.
En México, el monitoreo de ecosistemas forestales se realiza principalmente a través de imágenes satelitales como MODIS, VIIRS, LandSat y Sentinel con procesamiento y análisis de datos en plataformas como el Sistema Nacional de Información Forestal, en donde podrá encontrar información referente al Sistema Nacional de Monitoreo Forestal, Manejo del Fuego, Sanidad, Producción y productividad (en referencia a manejo forestal), Bosques y Cambio Climático, entre otro ejes temáticos referentes a las acciones que se realizan en los ecosistemas forestales.
En el caso de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) cuenta con el Sistema de Predicción de Peligro de Incendios Forestales (SPPIF), la cual es una herramienta disponible para su consulta en línea para las instituciones de los 3 órdenes de gobierno, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil que diariamente monitorea y evalúa condiciones meteorológicas y de combustibles para estimar el riesgo de incendios en México.
Utiliza modelos de predicción, imágenes satelitales y datos históricos para apoyar la toma de decisiones en actividades preventivas planificadas, pero que se enfoca solamente al monitoreo de quemas prescritas, y durante la detección y combate de incendios forestales.
También se tienen algunas iniciativas de uso de monitoreo satelital para prevenir incendios y cambio de uso de los bosques, que corre a cargo de Global Forest Watch de la organización civil WRI México, que impulsa programas de combate al Cambio Climático y se maneja iniciativas climáticas con gobiernos estatales y el federal.
Sin embargo, son evidentes los atrasos en acceso a tecnología digital impide que los dueños de predios forestales tengan posibilidad de hacer monitoreo en qué momento sus bosques requieren podas o cortado controlado, así como aprovechar los cultivos de los programas productivos. Un caso sobresaliente son el manejo de agaves tequileros que en diversos predios tienen programas online de control de estos cultivos y evitar plagas como el control de las cosechas.
Cabe mencionar que el Consejo Regulador del Tequila (CRT), tiene diversos programas –a cargo de algunas haciendas productoras de tequila, que hacen uso de supervisión online y retoman imágenes satelitales para control de los agaves y comprender su realidad biodiversa y evitar presente problemas en su crecimiento y cosecha.
Un ejemplo del control y trabajos con uso adecuado de sistemas web, se tiene en el país de Chile, que tiene un bosque de 70 mil hectáreas que fueron analizadas e interconectadas para tener un control vía online de su arbolado y saber en que instante hacerle podas, cortes, combate de plagas, etc., situación que no tiene algo similar en México.
Por su parte, Colombia ha diseñado un innovador programa de IoF (del inglés Internet of Forests o Internet de los bosques) con el fin de monitorear y analizar la salud de la selva tropical. A través de la conexión digital de los bosques esperan conseguir beneficios económicos y sociales sostenibles en las comunidades rurales.
Mientras que en Colombia se tiene la segunda tasa más alta de biodiversidad del mundo con más de 50.000 especies de fauna y flora y 31 millones de hectáreas de ecosistemas protegidos que cubren el 15 por ciento del territorio.
Mientras que entre las organizaciones, con mayor presencia en programas forestales, el Consejo Civil Mexicano de Silvicultura Sustentable (CCMSS), detalla que existen programas piloto y en pequeñas regiones del país con acceso al Internet, pero no a los niveles de un “bosque conectado”.
Aunque, mantiene diversos trabajos con un sistema de monitoreo forestal con el investigador de la Universidad Veracruzana, Edward Ellis, que se desarrolla en la península de Yucatán.
Al consultar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sobre uso de nuevas tecnologías para tener tecnología de última generación en los bosques, se informó que conforme a las atribuciones de la Procuraduría en materia de inspección y vigilancia forestal, el interés principal radica en conocer las zonas donde existe mayor incidencia de afectaciones que ponen en riesgo a los ecosistemas forestales, por actividades de tala ilegal, cambio de uso de suelo o por incendios forestales, entre otros factores.
En ese sentido la CONAFOR comparte continuamente información a PROFEPA sobre alertas tempranas de deforestación en distintas zonas donde existe mayor incidencia de problemática ambiental, las cuales se obtiene del análisis de imágenes satelitales.

Se afirmó que si utilizan información digital. Sin embargo, se acepta que “como en todos los sistemas de monitoreo con uso de imágenes remotas, es necesario la validación en campo. Esto se complementa con los recorridos de vigilancia que realiza el personal de inspección”.
El organismo federal señala que requiere más información de zonas que presentan mayor afectación ambiental, a fin de tomar decisiones para definir la estrategia operativa de atención.
“Actualmente se encuentra en proceso de integración un esquema de monitoreo con ese fin, el cual incluye el uso de sistemas de información geográfica basados en los recursos disponibles en las plataformas de CONAFOR, SEMARNAT, CONABIO y otros, a fin de contar con un sistema propio de monitoreo del territorio”, informa la Profepa.
En relación a que conocimiento se tiene sobre ejidos en zonas que tienen ecosistemas en riesgo si tienen algún programa digital de apoyo, se especificó que existen algunos núcleos agrarios cuentan con el soporte de centros de investigación o universidades como en el estado de Durango o el sureste, sin embargo, no todos los núcleos agrarios cuentan con este tipo de apoyo.
Recientemente, el Gobierno del Estado de Michoacán desarrollo un sistema denominado Guardián Forestal, que trabaja con sistemas de información geográfica, el cual busca identificar áreas criticas de afectación ambiental.
Cabe mencionar que el gobierno federal busca cerrar la brecha digital con CFE Internet para Todos, un programa ligado a la adquisición de Altán Redes por parte del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Esta iniciativa busca llevar conectividad a las comunidades más apartadas y garantizar que más personas puedan acceder a servicios digitales, educación en línea y herramientas de comunicación. El proyecto contempla una inversión de más de 46 mil millones de dólares en infraestructura de transmisión y 3.600 millones de dólares en distribución, informó la secretaria de Energía, Luz Elena González.
La meta del gobierno mexicano es llevar internet gratuito a más del 97 por ciento del país y ampliar la cobertura de telecomunicaciones a miles de localidades en el país mediante CFE Internet para Todos. Además, se busca extender la electricidad a más de 500.000 hogares.
IMPOSIBLE DIGITALIZAR AL CAMPO MEXICANO EN EL CORTO PLAZO
Manuel Bravo, director de Agricultura de la trasnacional Bayer en México, señaló que la agricultura regenerativa es un precepto variable y que debe adaptarse en tipo de cultivo, clima y servicios que tiene esa tierra, que debe ser realizada por los agricultores que requieren de tener un mayor acceso a nuevas tecnologías.
En este marco, resalta el concepto de “agricultura digital”, que tiene un papel esencial para producir más en campos agrícolas y preservar los ecosistemas. Que requiere de captura de datos, análisis de cifras, apoyar a los productores en toma de decisiones y cuantificar resultados.
Acepta que uno de los grandes retos es la falta de acceso al Internet en gran parte del campo nacional, que con mucho esfuerzo es solventado por teléfonos inteligentes con acceso satelital.
En el caso de las pequeñas empresas agrícolas que suman más del 56 por ciento de los productores nacionales, que debe impulsar que adopten todo tipo de nuevas tecnologías, pero es evidente que necesitan más apoyos económicos externos para conseguir esta meta.
Las tecnologías habilitantes gracias con el Internet y captura de datos permite tener algoritmos que ayudan a entender tendencias agrícolas. Hoy, el siguiente paso es la Inteligencia Artificial, sin embargo, en la actualidad son preceptos alejados de la agricultura mediana y pequeña.
Por ello, en el caso de este corporativo lanzó la plataforma FieldView, que se usa en 23 países en 80 millones de hectáreas, que tiene unos meses de ser comercializada en México. Cabe mencionar que en México sólo un 7 por ciento de agricultores consulta el Internet para mejora de sus cultivos.
Ejemplificó que el programa agrícola que impulsan aumenta un 50 por ciento la producción, reducir un 30 por ciento las emisiones CO2 de los cultivos; así como reducir un 30 por ciento el impacto ambiental de los cultivos; mejorar en un 25 por ciento el uso de agua por kilogramo de cultivo; y empoderar a 100 millones de pequeños productores.
Por su parte, Marco Antonio Barrera, director de la Coordinación de Agricultura de la Secretaría de Agricultura federal (Sader), indicó que las políticas públicas señalan que la tecnología permite tener iniciativas diferenciadas, tanto por clima como por cultivo.
Sin embargo, se tienen muchos otros retos en el agro nacional, como es la brecha generacional que son personas de más de 50 años y son renuentes para adoptar tecnologías; ejemplificó que en Sinaloa se tardó hasta 6 años en adoptar un monitoreo por drones.
Aceptó que es enorme la falta de conectividad en México y que puede ser subsanado con sistemas que guardan la data, posteriormente se deben poder descargar en sistemas en línea. “Es necesario reducir la brecha generacional y uso de herramientas tecnológicas. Se deben generar ecosistemas de emprendimiento para que los agricultores se adapten a la nueva tecnología”.
EXISTEN DIVERSOS IMPULSOS AL TRABAJO DIGITAL EJIDAL
En materia del trabajo ejidal, la Conafor tiene conocimiento de trabajos de otras instancias oficiales como de comunidades que reciben capacitación y herramientas para la implementación de prácticas de manejo forestal, así como para la prevención y combate de incendios forestales, entre otras. Además, se promueve la participación de comunidades en esquemas de monitoreo satelital y uso de tecnologías geoespaciales para el manejo sustentable de sus recursos forestales.
Las estrategias silvícolas buscan maximizar el crecimiento sin comprometer la salud de los bosques, reguladas por la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y su reglamento, así como las Normas Oficiales Mexicanas como la NOM-152-SEMARNAT-2023 y/o la NOM- 015-SEMARNAT/AGRICULTURA-2023. Estas se complementan por las guías técnicas desarrolladas la Conafor en colaboración con centros de investigación y universidades para implementar prácticas como prácticas de protección, restauración y conservación de suelos forestales, aclareos y podas o la guía mexicana de procedimientos para la planificación e implementación de quemas prescritas.
USARÁN TECNOLOGÍA SATELITAL PARA SALVAR COSECHAS
El cambio climático ya no es una amenaza lejana, sino una realidad que afecta profundamente a las comunidades agrícolas de todo el mundo. En regiones vulnerables como África, Asia, Latino América, los fenómenos meteorológicos extremos han intensificado la inseguridad alimentaria e hídrica, poniendo en riesgo los ecosistemas y las economías locales, señala el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
México no es ajeno a esta problemática. En 2024, el país sufrió una serie de eventos climáticos extremos que afectaron directamente al sector agrícola, con sequías prolongadas y lluvias torrenciales que dañaron miles de hectáreas de cultivos. Ante este panorama, la tecnología se presenta como una herramienta imprescindible para garantizar la resiliencia en el campo.
La capacidad de anticiparse a los cambios climáticos es fundamental para el éxito agrícola. Según Oscar Delgado, director de ventas para Latinoamérica de Myriota (marca de dispositivos IoT) que permite a los agricultores planificar actividades esenciales como el riego y la fertilización con antelación, para proteger los cultivos.
La conectividad satelital es fundamental para la gestión agrícola, ya que permite el monitoreo remoto de condiciones ambientales, la prevención de inundaciones mediante el seguimiento del nivel de los ríos y la detección temprana de sequías. Esto facilita una gestión más eficiente del agua y garantiza un suministro constante para el ganado. Además, en zonas remotas o durante cortes eléctricos, los dispositivos satelitales garantizan una comunicación fiable que protege tanto los rendimientos agrícolas como la infraestructura, dijo.

En México, donde los desafíos climáticos e infraestructurales son cada vez más evidentes, tecnologías como sensores de humedad del suelo y monitores ambientales facilitan la toma de decisiones informadas que optimizan las operaciones agrícolas. Se requieren dispositivos que monitorizan depósitos de agua en áreas remotas, permiten gestionar sus recursos hídricos de manera más eficiente, lo que reduce los costes operativos y mejora la productividad.
Ignorar estas tecnologías no solo implica un estancamiento en términos de innovación, sino que también pone en riesgo la viabilidad del sector agrícola mexicano. Las posibles consecuencias incluyen pérdidas significativas de ganado debidas a fallos en los sistemas hidráulicos, inspecciones manuales costosas y un aumento de los gastos operativos debido al uso excesivo de combustible y al mantenimiento de vehículos.
Adoptar soluciones tecnológicas no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad imperante para garantizar la sostenibilidad del campo mexicano ante un clima cada vez más impredecible. En un país donde el sector agrícola es esencial para la economía y la seguridad alimentaria, invertir en tecnología IoT es invertir en el futuro.