Hoy en México, con la política y filosofía de la Cuarta Transformación vemos el mundo de manera optimista porque justamente estamos en una batalla por la vida que avanza sin lugar a dudas, a pesar de muchas resistencias, gracias al conjunto de esfuerzos y como resultado de la acumulación del conocimiento crítico y de la participación de muchas organizaciones, afirmó el secretario de Medio Ambiente, Víctor M. Toledo.
El II Encuentro de la Red GLocal de Sustentabilidad Alimentaria y Diálogo de Saberes para América Latina y el Caribe, Toledo Manzur lo abrió con la conferencia magistral: La sustentabilidad alimentaria y la salud integral en cuestión, en la que expuso que ante el dilema entre políticas de vida o de muerte, surge la agroecología como una alternativa a la producción agroindustrial, basada en los cultivos transgénicos y el uso de agrotóxicos como el glifosato.
“El diálogo de saberes es la piedra angular mediante la cual se trata de impulsar una ciencia comprometida con los procesos sociales y en defensa de los campesinos y de los territorios indígenas”, apuntó.
Explicó que gran parte de los problemas que hoy enfrentamos en materia de producción alimentaria y de salud son consecuencia de las administraciones neoliberales, que han cooptado el carácter crítico de la ciencia por los intereses del capitalismo en su fase corporativa, de manera que hoy cerca del 70% de los casi ocho millones de científicos del mundo están al servicio de las grandes empresas corporativas, y sólo el 30% se ajusta a un perfil académico.
Como ejemplo citó el documento firmado por 110 premios Nobel en favor de los alimentos transgénicos con el argumento de que son inofensivos y seguros, y por lo mismo criticaron las acciones de la organización ambientalista Greenpeace. Esto nos debe llevar a reflexionar que la ciencia “por sí misma no es necesariamente benéfica”, pues puede estar condicionada por los intereses económicos de los grandes corporativos que durante muchos años han tratado de introducir el uso de agroquímicos agresivos como el glifosato y las semillas transgénicas.
Advirtió que, contrario a lo que han argumentado muchos de estos grupos: “Los daños ambientales y sanitarios a la salud humana que producen el glifosato, la soya y el maíz transgénico son ya un fenómeno de salud pública en los países sudamericanos”, por lo que otro reto es recuperar el carácter crítico y consciente de la ciencia.
En este escenario, resaltó, México ha desplegado un esfuerzo histórico. Colegas científicos se aliaron en la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad para suspender el uso de maíz transgénico, y su labor ha trascendido para fortalecer la nueva política ambiental de la Cuarta Transformación.
Destacó el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador en la prohibición del maíz transgénico y para que se detenga el uso del glifosato hasta lograr su prohibición total en 2024 , “y de ahí seguirán otros 80 plaguicidas, en los próximos meses”, indicó.
Además, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México se constituye como la institución que regulará las cantidades de importación de este herbicida y su sustitución por prácticas de carácter agroecológico.
Toledo Manzur mencionó varios proyectos agroecológicos que impulsa el actual gobierno mexicano, entre los que destaca el Programa Sembrando Vida, que realiza la Secretaría de Bienestar, en el cual 400 mil productores están dedicados a la restauración de sus parcelas, siembra de árboles y proyectos agroforestales, con la meta de cultivar un millón de hectáreas a finales de 2020.
Otro programa en desarrollo que citó el titular de Medio Ambiente es el de Producción para el Bienestar, también apuntalado por la agroecología, dedicado a los cerca de 2.8 millones de pequeños productores, muchos de ellos pertenecientes a las culturas indígenas.
Asimismo, expresó, Medio Ambiente, en conjunto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, aplicará un programa de apoyo a los cafeticultores, la producción de café bajo sombra bajo sistemas agroforestales indígenas, así como un estudio para desarrollar un plan estratégico de la agroecología en México con el apoyo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En este II Encuentro de la Red GLocal se analizó la situación del sistema alimentario agroindustrial en un escenario pospandemia de México, Argentina, Brasil, Colombia, Puerto Rico, Perú, Bolivia y Suiza-Europa.
En la Red participan 25 universidades latinoamericanas, así como gobiernos locales, organizaciones No gubernamentales, fundaciones y otras agrupaciones sociales. El enfoque asumido es la transdisciplinariedad y el diálogo de saberes e intercientífico.