Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud federal (SSalud), declaró al periódico AM de Querétaro que en el sector rural se focaliza la mayor debilidad del sistema de salud del país, situación derivada por el abandono político que se presentó en los pasados 40 años a la atención social de los mexicanos del campo.
Indicó que los pequeños poblados rurales padecen de la falta de integración de políticas de desarrollo desde la salud, el transporte y otros sectores, desembocando en los problemas sanitarios y atraso social, situación que la propia ONU ha documentado.
El funcionario federal subrayó que “el campo en México tiene poblaciones muy vulnerables; por ello, lanzaremos un programa de atención comunitaria que se enfocará a la atención a estas regiones. Recordemos que el COVID-19 llegó a las ciudades e infectó a gente que tiene recursos económicos para atenderse, luego infectó a los cinturones de pobreza y finalmente se ira a atacar al campo.
Dio a conocer que esta política de atención al ámbito agrícola, será una iniciativa que evaluará la vulnerabilidad comunitaria y el inacceso a servicios sociales que provoca el atraso social en las poblaciones rurales y en especial a las poblaciones indígenas.
Alabó el trabajo de las labores de cooperativas indígenas que atienden los problemas de salud, ambiental, alimentario, etc., que padecen sus habitantes.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), más de 10 millones de personas trabajan en el campo mexicano. 56% son agricultores, 6 de cada 10 campesinos padecen pobreza, 44% son trabajadores agrícolas de apoyo (peones y jornaleros) y 11 de cada 100 campesinos son mujeres.
Sin embargo, Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, contradijo a López-Gatell al declarar a AM de Querétaro que la pandemia de COVID-19 en el sector rural ha presentado diversos retos, pero que son controlables con base a las acciones implementadas en los campos agrícolas.
Indicó que el sector agrícola mexicano sigue produciendo alimentos y no anticipa problemas severos por la pandemia, no obstante los productores están expuestos a contagios como cualquier ciudadano. “Por ello tomamos las medidas de salud adecuadas, como es tener menos contacto entre individuos, que se respete la sana distancia”.
Con la finalidad de prevenir y reducir los contagios de COVID-19 en las labores del sistema agrícola, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se coordinó con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la elaboración, promoción e implementación de la Guía Práctica para la Prevención y Mitigación de la enfermedad en la Agricultura.
Este documento está enfocado en cuidar la seguridad y salud de mujeres y hombres en las unidades de producción agropecuarias de México y el mundo.
Entre las medidas propuestas está que los responsables de las Unidades de Producción deberán proporcionar los insumos que requieran los trabajadores para realizar una labor segura y, por su parte, quienes realizan las diferentes encomiendas en estos centros deberán cooperar en el cumplimiento de las recomendaciones de seguridad y utilizar el equipo de protección correctamente.
Además que cada unidad de producción agrícola podrá designar un grupo de trabajo, que incluya al administrador y/o supervisor, los representantes de los trabajadores, y al responsable de la seguridad y salud del centro de trabajo, para contar con medidas unificadas de protección que permitan evitar riesgos de contagio.
El sector agrícola del país mantiene sus trabajos al ser considerado un sector primordial para la población y la economía. México importa 43% de sus insumos lo que le coloca en una situación de vulnerabilidad alimentaria.
Finalmente, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social informó que se han establecido protocolos laborales para el sector agrario y se pueda salvaguardar la salud de las personas que laboran en los campos agrícolas.