El 31 de marzo, es el Día del Taco, y si quiere ir a rendirle homenaje a este delicioso alimento a su puesto de tacos más cercano, pero debería preguntarse qué tan seguro estás de que las tortillas que acompañan su taco están libres de químicos.

Y es que, las tortillas de maíz son especialmente importantes en la gastronomía mexicana, ya que son el “hermano inseparable” de la carne al pastor, de la barbacoa, del suadero o de los guisados, es decir, son la base de la preparación de los tacos.

Sin embargo, existe un gusanito llamado cogollero que puede convertirse en plaga, afectando de manera importante al ingrediente principal: el maíz.

México es de los principales productores de maíz en el mundo y la tortilla forma parte de la identidad culinaria, no obstante, debido a la plaga de gusano cogollero, se puede originar una pérdida de 50 por ciento de la producción total en el país, desde la etapa de siembra hasta el periodo de madurez, de acuerdo con datos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Pero a mayor producción, mayores son los desafíos a los que se enfrentan los agricultores mexicanos, para combatir esta plaga y al tiempo, proteger el medio ambiente y la biodiversidad.

Ante esta situación, se ha desarrollado una tecnología sustentable para el control de plagas en cultivos extensivos, con base en feromonas de confusión sexual. Saturando el ambiente con el aroma natural de la hembra (feromona sexual), el macho se confunde y no logra encontrarla para aparearse.

De esta manera se interrumpe la reproducción del gusano cogollero y, en consecuencia, la necesidad de aplicar insecticidas es menor.

Las feromonas son sustancias naturales producidas por insectos y actúan como mensajeros afectando el comportamiento de otros individuos. Usualmente transportadas por el viento, cumplen muchos roles, entre ellos ayudar a los insectos a encontrar pareja.

“Las feromonas sexuales son liberadas por insectos hembra para atraer a un macho. Estas poderosas sustancias pueden sintetizarse artificialmente y usarse de varias maneras. Uno de los usos es confundir a los insectos macho, para que no encuentren a la hembra, interrumpiendo el proceso de apareamiento y de esta forma controlar la población de gusano cogollero en los cultivos de maíz.

Así, el macho continúa su camino sin una pareja y simplemente muere por causas naturales”, explica Héctor Leyva, experto en Ciencias en Biotecnología y representante técnico de Provivi México.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *