En 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, con el objetivo de generar conciencia sobre los problemas generados por la superpoblación y la contaminación, así como apuntalar la conservación de la biodiversidad.

De acuerdo con la FAO, y su reporte más reciente, Productos forestales en la bioeconomía global: permitir la sustitución por productos madereros y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible[1], en la actualidad, aproximadamente el 75 % de todo el consumo se basa en recursos materiales no renovables, y la extracción, transporte, procesamiento, uso y la eliminación de esos recursos están teniendo graves consecuencias para el medio ambiente, el clima y la biodiversidad.

Y es que bosques y selvas resultan esenciales para la continuidad de la vida humana, pues de acuerdo con la ONU[2], más del 90% de las personas que viven en pobreza extrema, depende de ellos para obtener alimentos silvestres, leña o una parte de su sustento. Además, estos proporcionan más de 86 millones de empleos verdes.

Sobre esto, es urgente actuar, ya que sucesos como la reciente pandemia ha hecho a la humanidad abrir los ojos, evidenciando su vulnerabilidad frente a la imponente naturaleza y los efectos de no cuidarla, pero sobre todo demostrando que la unión puede generar grandes cambios.

Es frente a este llamado que hace el planeta para actuar y contribuir a su cuidado que Natura, empresa brasileña socialmente responsable, asume de forma frontal este reto, y se une a la lucha por rescatar al planeta y sus ecosistemas, pues su protección debe ser parte del día a día de cada uno de nosotros.

A través de la causa Amazonia Viva, la cual es reflejo de la larga historia que tiene Natura con la mayor selva tropical del mundo y con los pueblos que allí viven, y de su compromiso con la promoción de la bioeconomía, basada en el mantenimiento de la selva en pie, ha logrado trasformar la región pan-amazónica en un ejemplo mundial de una nueva sociedad, que integra personas, selvas y ciudades de forma sostenible.

Con esta causa, Natura invirtió, entre 2010 y 2019, $1.800 millones de reales en la Amazonia, logrando involucrar a 33 comunidades, lo que significó que más de 5 mil familias se convirtieran en proveedoras en la región.

Acciones de este tipo han contribuido a que Natura sea una empresa comprometida con el planeta y su conservación. Por ejemplo, para la línea Ekos cuenta con el 100% de la cadena de socio biodiversidad con trazabilidad y certificación UEBT, además de lograr 2 millones de hectáreas de selva protegidas. Para Natura es fundamental mantener los árboles de la Amazonia en pie para restaurar la vida en áreas degradadas por la acción humana.

Griscelda Ramos, Directora de Sustentabilidad en Natura México, señaló, “Las selvas y bosques del mundo están llegando a un punto de inflexión, y de ellos depende que el planeta continúe siendo lo que conocemos hoy en día, tan solo, se ha demostrado que estos espacios absorben aproximadamente 2,000 millones de toneladas de CO2. Por ello, me enorgullece formar parte de Natura, pues desde 2007 somos una empresa carbono neutro, donde la compensación de las emisiones incluye el impacto en toda la cadena de valor, además de contar con 80 cadenas de suministro sostenibles en la Amazonia.”

​En este día de la tierra y todos los días, Natura refuerza su compromiso con la Amazonia Viva y hace un llamado a que todos los actores de la sociedad unan fuerza y pongan manos a la obra, pues será el resultado de las acciones que se emprendan hoy, el que las próximas generaciones podrán disfrutar.

 

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