Actualmente se vive un mundo hiperconectado gracias al internet, el cual cada vez está extendiendo su capacidad de uso más allá de las comunicaciones tradicionales, tal es el caso de la robótica, educación, salud, logística y el campo, por esa razón desde 2005 se instauró el Día Mundial del Internet, que tiene el objetivo de dar a conocer los beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías y promover la accesibilidad a la red.
Uno de los temas que han tenido mayor relevancia en los últimos años ha sido el internet de las cosas (IoT), que se define como la red de objetos físicos («cosas») que llevan incorporados sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet.
Cada día es más común tener en casa dispositivos inteligentes para facilitar acciones como prender o apagar la luz (basta con programarlo desde el celular), medir la actividad física por medio de un reloj de mano, cuidar los alimentos mediante una app que sugiere la temperatura y tiempo de almacenamiento en el refrigerador; hay un sinfín de innovaciones que gracias a la conexión que brinda el internet son posibles, pero, ha escuchado hablar del Internet de las Plantas.
El IoP (internet de las plantas) es un concepto que se utilizaba para señalar la unión de las raíces de plantas, hongos y árboles, conectados entre sí y bajo tierra, para cobrar fuerza ante amenazas como el cambio climático. Sin embargo, en la actualidad con la aplicación del internet en el campo, el IoP se traduce en nuevas tecnologías que atienden las actividades cotidianas del agricultor como el control de plagas, estudios de suelo, monitoreo de cultivos y gestión del agua de una forma más ágil.
“Para la agricultura, al ser una de las industrias que más consume agua, es muy importante contar con tecnología que provea de información relevante para mejorar las actividades diarias de riego. Gracias a los datos obtenidos del suelo, la temperatura, la humedad, el clima y la lluvia se pueden determinar recomendaciones de riego en tiempo real que mejoran el consumo de este recurso y se traducen en ahorros de hasta un 30%”, declaró Eduardo Carrillo, director de rieggo de la empresa Rotoplas.
En México, 76% del agua se utiliza en la agricultura de acuerdo con datos del INEGI, por lo que contar con información oportuna recopilada a través de sensores de suelo, que se combinan con datos aéreos, ofrecen a los agricultores la posibilidad de indicarles dónde y cuánto regar, además de tener un incremento en productividad de hasta un 15%, gracias a la tecnología de monitoreo.
Estos datos pueden visualizarse a través de dispositivos móviles y fijos en plataformas basadas en la Nube y mientras más información se recaba, mejoran las recomendaciones de riego a través de Machine Learning, entendida como la capacidad de identificar patrones en datos masivos y de esta manera elaborar predicciones más efectivas para los agricultores.
“Estamos conscientes que este tipo de implementaciones representa un paso más hacia la digitalización en el campo, por lo que nos encontramos desarrollando una nueva tecnología para el internet de las plantas, con la que buscamos no solo recopilar los datos de riego y de esta manera mejorar la gestión del agua en el campo, sino también capacitar a los usuarios de estas tecnologías para asegurar su mejor uso, continuando con nuestra misión de llevar más y mejor agua”, finalizó el ejecutivo.