El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) se dijo comprometido con el periodismo de investigación y la libertad de expresión, afirmó la comisionada presidenta de esta institución, Blanca Lilia Ibarra Cadena.
Destacó que el Instituto garantiza que las y los periodistas obtengan información que permiten revelar la verdad histórica y hacer del conocimiento de la sociedad casos relevantes como el de la Estafa Maestra, la Casa Blanca y Odebrecht, entre otros.
“El INAI, por su naturaleza como institución garante de derechos humanos, tiene la responsabilidad y compromiso constitucional de velar por la libertad de expresión; éste es un derecho que debe de estar presente en cualquier sociedad democrática”, dijo.
Cuando se trata de acallar la voz de un periodista, se está acallando la voz de toda una sociedad entera que está ávida de conocer la verdad; por eso coincidimos en el ámbito del encuentro que tuvimos en la UNESCO, de seguir, por un lado, buscando la protección de los datos personales, la privacidad de las y los periodistas, pero también de la sociedad en generall”, puntualizó.
La también presidenta de la Conferencia Internacional de Comisionados de Información (ICIC) detalló que entre 2017 y lo que va de 2022, por lo menos, nueve mil 300 piezas periodísticas realizadas en todo el país han conseguido parte de la información usando el derecho de acceso a la información, a través de las herramientas que ha creado el INAI.
Apuntó que, en México, más de 44 mil personas ejercen el periodismo; de ellas, el 29 por ciento son mujeres; y tres de cada cuatro mujeres periodistas han sido blanco de agresiones en línea, hecho que fue causa de análisis durante el foro “Periodismo bajo asedio digital”, convocado por la UNESCO en Punta del Este, Uruguay, al que la Presidenta del INAI acudió en representación de México y de la ICIC.
De igual forma, dijo, se discutió el espionaje en contra de los periodistas a través del software Pegasus, que representa una agresión que merma el trabajo de las y los informadores a manos de diferentes gobiernos que les espían con el objetivo de acallar sus voces.