Las plagas comprometen la inocuidad de alimentos, la seguridad de las instalaciones y en consecuencia, la salud de los consumidores y/o usuarios. La presencia de fauna nociva puede impactar un negocio de varias formas, incluida la pérdida de productos, la pérdida de tiempo de producción, reducciones en los puntajes de auditorías y la reputación.
Ecolab, líder mundial en soluciones y servicios de agua, higiene y prevención de infecciones, señala la prevención como el factor principal para evitar impacto económico o reputacional como consecuencia de un manejo inadecuado o inoportuno de algún tipo de plaga. “La presencia de animales o insectos en instalaciones de restaurantes o supermercados puede significar la pérdida de 1 a 5 clientes por cada comentario negativo al respecto”, señaló Luis Morales, Líder de la División de Eliminación de Plagas de Ecolab Latinoamérica Norte.
En función del tamaño y giro de una empresa, las consecuencias económicas de sufrir la presencia de una plaga pueden ser devastadoras; por ejemplo, sólo 20 ratas son capaces de contaminar 1,000 kg de producto en 15 días. “Solo basta un incidente para poner en riesgo la reputación de un establecimiento. Protegemos marcas hoteleras, grandes y chicas; restaurantes, establecimientos de comida rápida, industrias y hospitales en todo el mundo. Entendemos cómo las plagas pueden dañar la reputación, ese es el motivo por el cual controlar las pestes nunca es suficiente. El estándar debe ser, ni más ni menos, la eliminación”, agregó Morales.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, hasta 40% de la producción agrícola se pierde cada año debido a algún tipo de plaga. En un ejemplo más específico, las infestaciones de roedores ocasionan que más de 33 millones de toneladas de alimentos se pierdan en varios puntos de las cadenas de producción y suministro, desde la cosecha hasta los aparadores de los supermercados o ya preparados para su venta al consumidor.
Además de las cucarachas, los roedores y las moscas domésticas, entre las plagas más comunes en instalaciones relacionadas con producción, transporte, conservación, preparación y venta de alimentos y establecimientos comerciales están:
Moscas del vinagre: es una variedad que puede causar enfermedades como salmonella y escherichia coli.
Hormigas: hay variedades nocivas que producen áfidos, microorganismos que también son vectores de enfermedades como salmonella, staphylococcus aureus y escherichia coli.
Palomilla de la harina: ataca y consume los alimentos almacenados y se le puede encontrar en frutos secos como nueces o almendras, aunque también se alimenta de chocolate y cereales.
Ecolab contribuye cada año a contar con establecimientos y cocinas limpias que sirven 45 mil millones de comidas en restaurantes de todo el mundo y ayuda a lavar más de 31 mil millones de manos, para prevenir enfermedades y muertes provocadas por plagas e infecciones y ha brindado más de 21 millones de recomendaciones estructurales de saneamiento y operaciones por año a nivel global, para contribuir a espacios limpios y libres de plagas.
Algunas recomendaciones para prevenir infestaciones por plagas son:
Inspeccione el exterior en busca de zonas de alimentación o reproducción de plagas, así como también puntos de entrada.
Mantenga puertas y ventanas cerradas; mantiene la presión de aire positiva a la vez que reduce el riesgo de entrada para las plagas.
Inspeccione todos los productos entrantes en busca de signos de actividad de plagas.
Minimice los restos de comida en el interior de la instalación o establecimiento (desagües, suelo, etc.)
Cubra todos los alimentos perecederos y contenedores de desechos.
Capacite al personal para reconocer y reportar signos de actividad de plagas.
Comuníquese con un profesional en el manejo de plagas para brindar tratamientos proactivos y consultas continuas.