El Indicador de Consumo Big Data BBVA Research reportó en el mes de julio un crecimiento de 0.5 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, ante la contracción del sector servicios (-0.8 por ciento) y el modesto crecimiento del gasto en bienes (1.1 por ciento).
Dentro del segmento de servicios, los relacionados con el turismo mostraron la mayor debilidad: el gasto en hoteles se contrajo por tercer mes consecutivo (-4.8 por ciento), mientras que el consumo en restaurantes mostró un crecimiento nulo, tras dos meses de caídas.
El gasto en aerolíneas por su parte, se redujo (-)5.8 por ciento tras el dato positivo del mes de junio. La continua ralentización de segmento de servicios apunta hacia una retracción del consumo en viajes y servicios de preparación de alimentos y bebidas, tras el rápido crecimiento que dichos componentes mostraron en los primeros meses del año.
Se informa que hacia adelante, el entorno se presenta más desafiante para los hogares, ante la persistencia de altos niveles de inflación y un mayor costo del financiamiento.
Dentro del segmento de bienes, el consumo en alimentos creció 3.6 por ciento, y el gasto en bienes para el cuidado de la salud mostró una variación mínima, de 0.4 por ciento, la menor desde febrero. Con respecto a las ventas por tipo de establecimiento, el gasto en tiendas físicas creció 0.5 por ciento, mientras que el gasto en establecimientos on-line se elevó 6.5 por ciento. Con la cifra de julio, el consumo en establecimientos en línea se posiciona 169 por ciento por arriba de su cifra pre-COVID, mientras que el gasto en establecimientos físicos se ubica 33 por ciento por arriba de su nivel pre-pandemia.
El gasto en gasolina como proxy de movilidad mostró una variación de 0.5 por ciento, tras el crecimiento de 1.4 por ciento registrado el mes anterior. Si bien el rápido crecimiento del gasto de los hogares en los primeros cuatro meses del año impulsó el consumo privado en el primer semestre del 2022 (1S22), los meses subsecuentes han mostrado ralentización a medida que las familias enfrentan mayores precios y una política monetaria más restrictiva.
El informe detalla que se espera debilidad de la demanda interna que se extenderá hacia la segunda mitad del año y con mayor profundidad en 2023.