A raíz de la guerra en Ucrania, muchos países en el mundo han acelerado sus esfuerzos en materia de energía verde y la transición a los vehículos eléctricos (VE) para reducir aún más su dependencia del petróleo y el gas rusos, por lo que el sector de vehículos eléctricos estaría listo para reconfigurar la industria automotriz y de movilidad más rápido de lo previsto, especialmente en Europa, Estados Unidos y China.
La infraestructura y los servicios de recarga, fundamentales para la adopción de los vehículos eléctricos alimentados por baterías (BEVs), constituyen una nueva oportunidad de negocio enorme y estratégica. Bain estima que las ganancias del sector de carga de vehículos eléctricos en Estados Unidos, Europa y China crezca hasta los 13,500 millones de euros en 2030, de los cuales 6,000 millones de euros procederán de Estados Unidos, 5,000 millones de euros de la Unión Europea (UE) y 2,500 millones de euros de China.
«La próxima década no tendrá precedentes para el ecosistema de carga de vehículos eléctricos en todo el mundo», dijo Lucas Martin, socio de la empresa Bain & Company. «Los futuros ganadores se están moviendo rápidamente y están creando asociaciones para asegurar las mejores ubicaciones y plataformas digitales para proporcionar una experiencia de carga sin problemas. Estos líderes están navegando por las incertidumbres del mercado mediante el diseño de estrategias basadas en escenarios que les permiten adaptarse rápidamente cuando cambian los comportamientos de los consumidores o las regulaciones».
A corto plazo la inversión fluirá hacia la construcción de la infraestructura requerida y la rentabilidad dependerá de la capacidad de lograr altas tasas de utilización. Por ello, será necesaria una gran inversión para establecer una red de estaciones de carga confiables y rápidas (más de 150 kilovatios), que ofrezca una excelente experiencia al cliente.
Mientras que en el futuro, la mayor fuente de ganancias para la carga en el hogar y el trabajo probablemente estará vinculada a los servicios de energía inteligente de próxima generación, incluida la carga de vehículos a la red eléctrica y al hogar.
Estos servicios representarán aproximadamente un tercio del conjunto de ganancias en 2030, y serán cada vez más importantes a medida que aumente el volumen de energía solar y eólica. Estos servicios permiten a las compañías eléctricas aprovechar la capacidad de almacenamiento de las baterías de los coches para equilibrar mejor la oferta y la demanda.
Por otro lado, los mercados de carga de vehículos eléctricos en Europa, Estados Unidos y China diferirán en función de la cuota de ventas de automóviles eléctricos, los hábitos locales de conducción y carga, el tipo de vivienda predominante y la regulación del mercado. El tipo de vivienda predominante en un mercado específico es otro factor importante que influye en las soluciones de carga. Por ejemplo, para 2030 se prevé que los vehículos eléctricos con batería representen el 55% de las ventas totales de autos en Europa, 40% en China y 32% en Estados Unidos.
«A medida que las empresas y los inversionistas analicen dónde jugar y cómo ganar en el ecosistema de carga de vehículos eléctricos, será fundamental entender cómo la demanda de las diferentes modalidades de carga y los entornos regulatorios difieren por región hoy y en el futuro», dijo Eric Zayer, socio de Bain & Company.
«Mientras que los consumidores de las zonas suburbanas de Estados Unidos y Europa podrán y querrán cargar en casa, los consumidores que viven en zonas urbanas densas, como en China, se verán obligados a cargar en otros lugares, como el trabajo, restaurantes o en el tránsito”, añadió.
Finalmente, la regulación también desempeñará un papel importante en el desarrollo del mercado de servicios energéticos inteligentes. La diversidad de leyes en los Estados Unidos afectará significativamente las estrategias de servicios de vehículo a red y podría retrasar la adopción generalizada; la Unión Europea tiene como objetivo crear un marco político para mejorar el almacenamiento de energía y ampliar los servicios; y el mercado chino seguirá estando fuertemente regulado y concentrado. Estas condiciones acelerarán probablemente el desarrollo de los servicios energéticos inteligentes.