En los círculos empresariales y políticos de México, todo tema es material de uso político y electoral, que permite a diversos grupos el obtener beneficio propio y denostar al rival en turno. La pandemia del COVID-19 no podía escapar de esta realidad.
Los partidos políticos de Acción Nacional y el Revolucionario Institucional denunciaron ante la Fiscalía General de la República (FGR) al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, por el mal manejo de la pandemia.
Acción que si tenía una adecuada justificación a favor de la salud de los mexicanos, debió realizarse hace meses, no cuando se registran más de 72 mil muertos.
Seis exsecretarios de Salud a nivel federal lanzan un proyecto de remediación del coronavirus y especifican que el sistema de salud del país es un caos y está en el abandono, tanto en insumos, personal e infraestructura, sin embargo, ninguno hizo examen de conciencia de que en sus manos estaba el progreso o retroceso del sistema de salud.
Por su parte, López-Gatell acusó que actores sociales de todo tipo “se han pasado saboteando la estrategia anti-COVID-19 de la Federación”.
En Palacio Nacional, al realizarse la conferencia de prensa sobre informes del COVID-19, enfatizó que “yo no me meto en política”, y aquellos los grupos políticos que realizaron una denuncia sobre el manejo de la pandemia, laboran en base a calendarios electorales y muestran su utilidad en la sociedad al agarrarse y criticar temas coyunturales.
El encargado de la política antiCOVID-19 especificó que la denuncia que se presento en su contra ante la FGR a cargo del Partido Acción Nacional, “son actos de propaganda”.
Sin embargo, se ha negado a aceptar que fue un error suyo el hacer proyecciones de casos y defunciones con base en modelos matemáticos.
Aunado a no aceptar su responsabilidad de desviar la mirada pública y señalar que la muerte de los mexicanos por COVID-19, es culpa de la obesidad y la pobreza, sin aceptar que el gobierno no accedió a la realización de pruebas rápidas, uso del cubrebocas, entre otros aspectos que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Calificó a México como uno de los países más desiguales, “esto es relevante cuando se habla de epidemias porque esa carencia selectiva, que discrimina a la mitad de la población, establece un límite para que las personas se mantengan fuera del espacio público”.
El Dr. López-Gatell desde hace un par de meses, encontró a un “chivo expiatorio” que carga con las culpas de los decesos por la pandemia; no fijo su mirada en el virus chino o en la falta de una vacuna, sino en los empresarios de productos procesados y de refrescos.
Además, junto a la dirección del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), lanzó una cruzada no sólo contra las fake news, sino contra las noticias negativas que ponen énfasis en los miles de pacientes fallecidos, así como de las muertes de personal médico en el país.
El titular de la política antiCOVID-19 señala que existe una actitud negativa por parte de “ciertos” medios de comunicación y de algunos actores económicos, que han saboteado los esfuerzos de la Presidencia por contener la epidemia.