La Fundación “James Dyson” celebró la tercera edición del “Premio James Dyson en México”, un concurso a nivel internacional donde participan 31 países, que inspira e impulsa a los jóvenes ingenieros de todo el mundo a realizar proyectos innovadores.
En este 2020, debido a la pandemia del COVID-19 se enfocó a aspectos de la tecnología, el emprendimiento y la salud. Ya que, la realidad del mundo actual demanda el surgimiento de nuevas tecnologías enfocadas en el bienestar comunitario basadas en la sustentabilidad.
Al darse a conocer a los ganadores, destaca el tercer lugar nacional que obtuvo el proyecto: “UMA”, creado por Fabiana Hernández Muñoz, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Querétaro.
UMA es un dispositivo que reusa los chips de relojes inteligentes y que ofrece una solución a dos problemas: la salud preventiva de las mascotas y mitiga el aumento de residuos tecnológicos. Este proyecto es un collar inteligente que monitoriza la salud de perros y gatos, y al mismo tiempo, da una nueva vida útil a viejos dispositivos digitales.
En comunicado de prensa se detalla que el éxito del proyecto se debe a que “el collar está hecho de plástico reciclado y utiliza un procesador de relojes inteligentes obsoletos. El artefacto se conecta con una aplicación en la que el dueño de la mascota puede rastrear datos como la ingesta de agua hasta el horario de sueño de su perro o gato, facilitando así los controles veterinarios”.
Fabiana Hernández, fundadora del proyecto, declaró que “la idea principal surgió de tener una mascota mayor con problemas de salud, pero era difícil precisar la razón exacta por la que estaba sufriendo. Pensé que sería más fácil si hubiera una manera de identificar lo que estaba mal. Entonces recordé los relojes inteligentes que usamos para mantener nuestra salud bajo control, y cómo podrían funcionar también para animales. Sin embargo, no quería que el desperdicio tecnológico aumentara, así se me ocurrió reutilizar los viejos procesadores de este producto y darles un segundo ciclo de vida”.
UMA es un proyecto único por diversos factores, ya que brinda la comodidad de saber que las mascotas están siendo vigiladas y tienen toda la información para sus revisiones veterinarias; además, este dispositivo busca ayudar al mundo evitando desechos tecnológicos por la vía del reciclaje.
UMA funciona como cualquier otro reloj inteligente, y se conecta vía bluetooth al teléfono en el que puedes comprobar toda la información así como gestionar la información que quieras mostrar en la pantalla del collar”.
Relató que todo comenzó con la primera idea de hacer un producto que ayudara a los animales y fuera consciente de los residuos que estamos haciendo. Este es un primer acercamiento al proyecto, por lo que todavía hay algún camino por recorrer para que sea una realidad y que algunas empresas lo puedan retomar.
El resto de los proyectos ganadores de 2020 en México son:
El primer lugar: el proyecto “VITAL”, creado por Indalecio Gaytán de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Este emprendimiento busca ser la solución portable, de bajo costo y fácil acceso para este problema por medio de Vital, un eficaz filtro de agua.
VITAL utiliza tecnología de filtración cerámica ancestral, convirtiéndose en un sistema completo de fácil mantenimiento que permite a las personas beber, almacenar, transportar y compartir agua limpia directamente.
El segundo lugar fue: “POD”, creado por Itzel Soria del Valle, Alejandro Bernal Roque, Ilse López Aguilar y Cynthia Pérez Ávila, alumnos de la Universidad Panamericana.
El sistema de oxigenoterapia POD está pensado como alternativa a los modelos de oxigenación tradicionales de bajo flujo, ofreciendo una nueva tecnología de dosificación. Su función principal es suministrar este elemento a pacientes COVID-19 dentro y fuera de los hospitales, de manera ergonómica y con el mayor cuidado para el usuario.
El premio a la Sustentabilidad fue para “Arga Smart Packing, creado por Ernesto Espinosa, Andrea Nieto, Daniela Ponce, Gamaliel Casiano e Itzel Rojas, alumnos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Puebla.
El emprendimiento consta de un material biodegradable hecho a base de alginato de sodio que ofrece una alternativa a los envases de plástico de un solo uso en la industria alimentaria, aumentando la vida útil del producto.