PARTE 3 DE: (Dolor y cultura mexicana; relación tóxica permanente)
Más de 95% de los luchadores: acaban su carrera pobres, viejos y con dolor
El doctor Gustavo Zavaleta Medina, coordinador médico de la Comisión de Lucha Libre de la Ciudad de México, que tiene más de 40 años de atención a gladiadores independientes como de las dos grandes empresas del país, la Triple A como el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), detalló “no es normal vivir con dolor, gracias a empresas como el CMLL ya se tienen nuevos reglamentos de atención médica, de otra manera no se les permite luchar. Pero debemos tener claro que sólo se les protege en las funciones no es un esquema de tiempo completo como es el sistema de la seguridad social.
“La juventud hace que las personas piensen que es normal sentir dolor y no lo es, el dolor es un síntoma que el cuerpo tiene algo mal. Los muchachos no lo quieren creer y cuando eres viejo entonces padeces de vivir de forma permanente con dolor. Un ejemplo que tenemos de la propia negativa de las y los luchadores por atenderse es que hace años se tuvo la iniciativa de quitarles 10 pesos de su salario para que tuvieran servicio médico. Sin embargo, fue mínimo quienes aceptaron”.
Recordó que tras casi 40 años de experiencia en atención a los gladiadores. “Tengo un lamentable axioma, que se cumple en más de un 95 por ciento de los luchadores: acaban su carrera pobres, viejos y con grave dolor por lesiones no atendidas en los huesos, músculos y articulaciones. La vejez es normal; existen enfermedades como cáncer, artritis, etc., pero lo más doloroso es la pobreza económica de los gladiadores que así como gastan dinero lo gastan a manos llenas y no piensan en el futuro”.
He visto luchadores que les cuesta mucho trabajo el caminar y empiezan con analgésicos y luego adoptan medicinas más fuertes para poder luchar, aspecto que no debiera pasar. En el sexenio pasado federal se tenía el Seguro Popular que atendía y ahora es el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que atiende a los y las gladiadoras para recibir atención médica en varios grados. Es lo único que existe para el gremio de integrantes de deportes de contacto en México, pues pese a diversos intentos es una profesión que no es adoptada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para tener una seguridad.
Cabe mencionar que el laboratorio Asofarma cataloga al dolor como una respuesta fisiológica de corta duración ante circunstancias de algún trauma como fracturas, esguinces, heridas, también se presenta por eventos quirúrgicos (después de una cirugía) o por enfermedades patológicas agudos como lumbalgia aguda y traumatismos.
Mientras que el dolor crónico se manifiesta de manera persistente, episódica o recurrente, y su intensidad o severidad afecta la funcionalidad o las condiciones de vida de quien lo padece. Está relacionado con padecimientos preexistentes. Este tipo de dolor puede provocar depresión, ansiedad e ira, al no encontrar alivio de forma permanente o rápida. Puede mantenerse por más de 3 a 6 meses a partir de su inicio.
De acuerdo con el tipo de dolor que diagnostique el especialista, el tratamiento debe ser integral desde su aparición. “El alivio del dolor es un derecho universal de los seres humanos estipulado en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas desde el año 2000, por lo que diversas instituciones de salud deben atenderlo de manera adecuada, con la finalidad de devolverle al paciente una buena calidad de vida”, se detalla.
Por su parte, el comisionado de Lucha Libre de la Ciudad de México y gladiador profesional con más de 40 años de experiencia El Fantasma, declaró que desgraciadamente la juventud hace que las personas no tomen en serio el dolor. “Todas las lesiones se repercuten al paso del tiempo. Al llegar a cierta edad, el dolor impide que la gente se pueda levantar, tenemos personas en silla de ruedas como Ringo Mendoza o Máscara Sagrada.
Recordó que el doctor de la Comisión de Box y Lucha Libre, le llegó a decir que es urgente cambiar la cultura del dolor, pues en el boxeo y artes marciales mixtas las personas quedan loquitos, pero en la lucha libre quedan loquitos y chuecos o mancos.
Al apostar a ejercer este deporte te enamoras del mismo y siempre buscar estar cerca del mismo. “Es hermoso y al subir al ring se te olvidan las lesiones, pero tenemos que saber mediar y no aceptar al dolor como cultura”.
“En mi caso, tengo problemas de cervicales y ni siquiera puedo ponerme una corbata, pues los hombros me fallan mucho. Ahora, es lamentable que muchos jóvenes apenas a los 30 años de edad ya tienen diversas operaciones de rodillas, tobillos, cintura, etc.”, lamentó.
Tengo que ser sincero, no sé cómo decir cómo prevenir el dolor, la experiencia te enseña a caer adecuadamente, pero no sabría cómo explicar el aceptar vivir con dolor”, acepta.
El funcionario capitalino indicó que debe quedar claro que la seguridad social la tiene que dar los promotores como las empresas, no el gobierno, pues el patrón tanto permanente como temporal de las y los luchadores son quienes les contratan para las funciones.
ANALIZAN MEDIR EL DOLOR CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El dolor es algo que todos experimentan en algún momento, y algunas personas lo padecen de forma crónica. Aun así, medir y tratar el dolor sigue siendo uno de los problemas de salud más difíciles y complejos.
Por ello, la empresa IBM y el Boston Scientific, en Estados Unidos, buscan cambiar la forma en que se mide el dolor. Jeff Rogers, directivo de IBM Research, declaró que “nuestro equipo de neurocientíficos, científicos de datos, ingenieros, lingüistas, matemáticos, diseñadores de dispositivos de salud y médicos están utilizando inteligencia artificial, internet de las cosas y la nube para crear un nuevo marco para los médicos, con el objetivo de ayudar a aliviar el dolor crónico de los pacientes de una manera más precisa”.
Tradicionalmente, la medición del dolor ha sido muy subjetiva. Por lo general, se les pide a los pacientes que califiquen su dolor en una escala de 0 a 10, y lo que alguien percibe como un alto nivel de dolor podría no ser lo mismo para otra persona.
“Al construir una Inteligencia Artificial (IA) que pueda analizar y extraer información relevante de estos datos, estamos desarrollando un método para medir de manera objetiva y continua el dolor crónico que puede ir más allá de la escala estándar de medición del dolor de 0 a 10. Creemos que esto puede contribuir a sentar las bases para un manejo más efectivo del dolor, lo que podría ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente y posiblemente reducir la dependencia de medicamentos en algunas personas”, dijo.