La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) divulgó que la alta inflación que se padece en la economía mexicana provoca un lento consumo de diversos productos por parte de la población.
La ANPEC encontró alza de precios en treinta y dos de los cuarenta y cuatro productos en estudio, liderando la cebolla que pasó de 17 a 54 pesos; seguida de la papa de 30 a 64 pesos; ambas variaciones reportadas en Hidalgo; el tercer y cuarto producto con mayor variación, el chile que pasó de 20 a 36 pesos y el limón que el mes pasado se encontraba en 17 a 31 pesos, ambos en el Estado de Morelos, y en quinto lugar la zanahoria, que pasó de 20 a 28 pesos en Oaxaca.
El estudio realizado por la ANPEC se concentró en CDMX, Tlaxcala, Hidalgo, Jalisco, Tabasco, Nuevo León, Guanajuato, EDOMEX, Querétaro, Guerrero, Puebla, Sonora, Morelos, Zacatecas y Oaxaca.
Los resultados del estudio consienten la escalada inflacionaria de precios que han venido enfrentando los consumidores mexicanos prácticamente en los últimos dos años y que todo indica seguirá al alza, superando el 8.7 por ciento de inflación general, 10.55 por ciento de inflación alimentaria y 16 por ciento de la inflación en los productos agropecuarios en agosto, acercándonos cada vez más a un índice inflacionario de dos dígitos en los próximos meses.
Del cuatro de mayo, fecha en que se firmó el PACIC al corte, han pasado cuatro meses y medio y contando. Lamentablemente ANPEC reporta que los precios de los alimentos no bajan y siguen subiendo con las consecuencias sociales que esto implica; urgen políticas públicas efectivas en apoyo al consumo popular de la población más vulnerable del país, de las grandes mayorías.
“Pasado el regreso a clases y los festejos patrios, nos dirigimos a un “slom obligado de consumo”, derivado de lo extenuado y estresados que quedaron los bolsillos de la economía familiar”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
“Además, mientras que normalizamos en nuestras vidas del flagelo de la inflación y nos resignamos a este proceso de empobrecimiento en nuestros consumos, el entorno económico que nos rodea y del cual somos totalmente dependientes, no es nada halagüeño”, subrayó.
“Vivimos días de mucha incertidumbre, los productos se encarecen, sobre todo los alimentos; para contener esto, la respuesta ha sido encarecer el costo del dinero con mayores tasas de interés, los créditos de consumo personal se destinan cada vez más para la compra de víveres, créditos hipotecarios y automotrices, han venido elevando su costo financiero”, agregó Cuauhtémoc.
Estamos atrapados en un callejón sin salida, en donde por más que se insista por los economistas indiciados en la materia en señalar que la inflación es un tema de percepción, la realidad es que llevamos cerca de dos años sin que los precios bajen y eso no es un tema de percepción, esto es una realidad que golpea, como lo hemos dicho ya en repetidas ocasiones, a la población más vulnerable, a la población del esfuerzo y del trabajo, que no es otra que la inmensa mayoría, dijo.