La tecnología tiene miles de usos y algunas veces no la visualizamos más allá de las computadoras, el internet y esos gadgets más “habituales” con el término tech. Un ejemplo son los juguetes eróticos, que no aparecieron por generación espontánea; en realidad existen procesos que se desconocen detrás de su creación y perfeccionamiento actual. Este mercado, a nivel mundial, visualiza un crecimiento constante entre 2019 hasta el 2026, de 28 mil 640 millones a 52 mil 700 millones de dólares.
En el centro de Barcelona, España, se encuentra la oficina de Platanomelón, la empresa desarrolladora de juguetes eróticos, un espacio amplio y luminoso ocupado por un equipo y taller donde el equipo de I+D realiza prototipos e impresiones 3D.
Guillermo Artigas, Manager del área de I+D de Platanomelón, declaró que podemos conocer qué hay detrás del diseño y creación de un juguete erótico: lo más importante es tener claros los objetivos del producto, qué tipo de juguete estamos diseñando, qué necesidades debe resolver, a quién va dirigido y qué aporta de diferencial. Para resolver todas esas cuestiones, tenemos una enorme cantidad de recursos y experiencia en la compañía para que las respuestas a todas las preguntas anteriores den como resultado productos brillantes, innovadores y muy divertidos”.
En materia del diseño del producto, al tener toda la información anterior, se realiza un análisis de cuáles son los productos que existen en el mercado con estas características, si los hay y cómo podrían mejorarse. Es ahí cuando su imaginación da rienda suelta: realiza varias propuestas teniendo en cuenta la ergonomía del cuerpo humano y que vayan acorde a la estética y la filosofía de Platanomelón. Una vez elegida la opción, ¡viene lo bueno!: crear un archivo 3D para estudiar cómo se colocarán los componentes: motor, batería, cables y cargador.
Además, estos creativos necesitan visualizar cómo será la experiencia de usuarios: con cuál botón se encenderá, cambiará de patrón, cuántas intensidades tendrá y cómo se limpiará. Hay una ronda de retroalimentación y, tras hacer los cambios pertinentes, se comienza la realización de prototipos que, después de ser testeados por usuarios finales todas las veces que sean necesarias, se procederá a la producción final del producto.
En materia de seguridad, al ser productos de contacto directo con el cuerpo, los juguetes eróticos deben pasar por protocolos de calidad muy específicos: para los controles de cada unidad se verifican los acabados estéticos de la pieza, controles de seguridad eléctrica y de consumo de baterías. Para los controles aleatorios de unidades, se verifica desde el rendimiento del motor hasta la capacidad de las baterías.
En el rubro de tecnología, la gran mayoría de los vibradores se utiliza un pequeño motor eléctrico de rotación con una masa colocada asimétricamente en el eje central del mismo. De este modo se desequilibra el giro del rotor y produce el efecto de vibración. Por otro lado, para la tecnología de succión, se suele utilizar el mismo motor de rotación, al cual se le añade una leva en sentido perpendicular al eje de rotación. De este modo, al girar el motor, la leva se mueve hacia delante y hacia atrás generando ondas de presión absorbente sobre la zona del clítoris.
Las baterías se eligen en función de los requisitos del juguete, que pueden ir desde la energía necesaria que debe suministrar, hasta el tamaño del que se dispone en el juguete. Por ejemplo, no es lo mismo la batería que podría necesitar un juguete de estimulación interna y externa con control de temperatura y dos o tres motores, pero con mucho espacio para electrónica, que una bala vibradora, que solo tiene un pequeño motor, pero muy poco espacio, explicó Guillermo.
Aunque todo depende del tipo de producto y “del tino” al hacer la primera propuesta de desarrollo, diseño y funcionalidades, como plazo promedio el desarrollo de un juguete puede tardar entre tres y 24 meses.
Los detalles como la gama de colores está diseñada siguiendo la diferenciación de categorías entre juguetes para vulva, pene y anales. Además, dentro del nivel de experiencia que tengan los usuarios, la paleta de color seguirá reforzando el destino para el que fue diseñado el juguete, usando la combinación de tonos divertidos, frescos, suaves y agradables para los principiantes; paleta más uniformada con un solo color por juguete, jugando con los tonos en diferentes materiales del producto para la categoría de intermedios; y colores más maduros y acabados premium para los usuarios avanzados. “Nuestro hilo conductor siempre es el contraste y tenemos el amarillo presente como nuestro color corporativo en todos los detalles”, ahondó el experto.
Por si esto fuera poco, el equipo de desarrollo e investigación se llevan a cabo estudios del consumidor constantemente, sobre sus necesidades, problemas e inquietudes para que en conjunto se puedan cocrear los productos que verdaderamente se necesitan.