Una torre gigante de jenga se exhibe en el Palais des Congrès de Montréal, donde se lleva a cabo la Conferencia de Biodiversidad de la ONU, COP15, del 7 al 19 de diciembre.
La instalación, hecha de cajas de cartón recicladas, se asemeja a la compleja red de la vida y el riesgo que todos enfrentamos si continuamos con el enfoque habitual respecto a nuestra relación con la naturaleza. Cada ladrillo que se sale de su lugar representa la posición precaria en la que ponemos a nuestro planeta con las especies perdidas, los ecosistemas degradados y las fuentes de sustento destruidas debido al daño que causamos los humanos a la biodiversidad.
La torre de jenga ha sido instalada por el pabellón Naturaleza Positiva*, y destaca el llamado de más de 350 organizaciones de la sociedad que representan a organizaciones humanitarias, de desarrollo y de conservación; grupos religiosos; pueblos indígenas; coaliciones empresariales; artistas; jóvenes; y más, para que los gobiernos fortalezcan el borrador del marco global de biodiversidad para garantizar un mundo con Naturaleza Positiva para 2030, en apoyo de la acción climática y los ODS.
«La torre de jenga sirve como un claro recordatorio para los delegados en Montreal sobre los propios sistemas de soporte vital de los que todos dependemos. Al eliminar los componentes básicos de la naturaleza, corremos el riesgo de destruir nuestras sociedades y a la humanidad. Pero aún estamos a tiempo de actuar. Los gobiernos reunidos en Montreal esta semana pueden fijar un nuevo rumbo para nuestro futuro y el de nuestros hijos. La COP15 debe ser el momento en que el mundo se una para asegurar un ambicioso acuerdo global sobre biodiversidad, capaz de revertir la pérdida de naturaleza y conseguir un mundo positivo para la naturaleza esta década», dijo Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.
“A diferencia de una partida de jenga, la crisis de la biodiversidad no es un juego que podamos permitirnos perder. La naturaleza proporciona todo aquello sobre lo que se construyen nuestras sociedades y economías, sin embargo, estamos peligrosamente cerca de derribar este complejo sistema que sustenta la vida. Esta COP ofrece una oportunidad imperdible para que los gobiernos acuerden un objetivo para la naturaleza al estilo de París, que movilice a todas las partes de la sociedad para detener la pérdida de ecosistemas en esta década. Las empresas están listas para desempeñar su papel, siempre que se acuerden políticas ambiciosas en las próximas semanas para dirigir la acción corporativa. En este momento, las empresas están pidiendo un liderazgo político que les permita contribuir a un futuro positivo para la naturaleza”, señaló Eva Zabey, directora ejecutiva, Business for Nature.
«Esta jenga representa el peligroso juego al que jugamos con la biodiversidad. Estamos viendo la destrucción acelerada del mundo natural; cada ladrillo que arrancamos aumenta el riesgo de colapso total. Sin embargo, a diferencia del popular juego, no podremos recoger las piezas y volver a colocarlas ordenadamente en una caja, será demasiado tarde», afirmó Andrew Deutz, Director de Política Global, Instituciones y Financiación de la Conservación de The Nature Conservancy.
«La naturaleza sustenta nuestra salud, riqueza y felicidad. Es fundamental para el futuro de nuestras empresas, nuestros medios de vida y nuestras economías. La torre de Jenga representa lo cerca que estamos de un punto de inflexión que, si se cruza, provocará el colapso del mundo natural y el desastre para todos los que dependemos de él. Para protegerlo, debemos reconocer el valor que la naturaleza nos brinda y las conexiones fundamentales entre la biodiversidad, las personas, el clima y la economía. Los líderes deben tomar medidas integradas en la COP15 y asegurar un acuerdo transformador para revertir la pérdida de la naturaleza y brindar una transición justa y necesaria a un mundo donde vivamos en armonía con la naturaleza”, dijo Mark Gough, director ejecutivo de Capitals Coalition.