Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud detalló que es falso que exista conflicto con los gobernadores. El paso de semáforos sanitarios tiene diversos matices y la vertiente económica es muy visible, pues gran segmento poblacional vive al día.
El semáforo no está en negociación y se les recomienda a las entidades que no se vayan por la libre para evitar los rebrotes. Esta operación depende de la información propia que se generan en los Estados.
Ratificó que no se dirá que entidades no dan datos completos y no se puede tergiversar la relación de datos de salud de los estados.
Ahondó sobre la polémica de la falta de información de los alimentos procesados y bebidas azucaradas, añadió que es bueno la polémica y existen productos nocivos para la salud, como es el cigarro, antes de los años 50s era muy aceptado socialmente. En aquella época se construyó la evidencia de las repercusiones de este producto con el cáncer pulmonar, páncreas, estómago y de lengua.
Ironizó que “no existe dosis saludable de tabaco, la salud pública es contundente y en este caso ya se sabe sus repercusiones”.
Sobre los productos industrializados –refrescos y alimentos- está documentado que son factor clave de la obesidad y son un motor de la obesidad por la fructuosa y otros elementos que se acumulan en el organismo.
En México, un 35% de menores tienen obesidad y sobrepeso. Un 75% de los adultos padecen sobrepeso, además de ser quizá el único país que ha reducido su expectativa de vida por la pandemia de la obesidad.
El funcionario federal mencionó que un estudio internacional señala que un 7% de la mortalidad del país se debe al consumo de bebidas azucaradas.
Recordó que el gobierno federal y las instancias de salud trabajan en todo un mapa de políticas a establecer como fue el etiquetado de productos y se está planteando un nuevo impuesto a este tipo de productos industrializados.