Según cifras de la UNESCO, en las últimas tres décadas, se ha triplicado la cantidad de mujeres
que cursan educación superior, en todas las regiones del mundo; sin embargo, este crecimiento
no ha sido homogéneo dentro de toda la oferta educativa.
En México, solo tres de cada 10 profesionistas que estudiaron una carrera en ciencia, la
tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son mujeres, según
información del Instituto Mexicano para la Competitividad.
Al respecto, mujeres ingenieras de Trane México, del sector industria HVAC enfocada en crear
ambientes energéticamente eficientes para aplicaciones comerciales y residenciales, comparten
que la principal barrera para que las mujeres ingresen a carreras STEM, y posteriormente se
desarrollen laboralmente en este sector, es la poca visibilidad que existe sobre las oportunidades
y áreas de desarrollo.
“Aún hoy en día existe un desconocimiento y poca visibilidad sobre los puestos de trabajo a los
que se puede aspirar. En el pasado, se consideraba que las carreras de ingeniería eran más para
hombres, por lo que también las mismas mujeres descartan estas áreas sin tomar en cuenta que se
tiene mucho campo de acción”, comentó Mónica Montaño, Ingeniera Mecánica, que se
desempeña en el área de Ventas para Cuentas Corporativas en Trane México.
Por lo tanto, uno de los retos tanto para las escuelas como para las empresas, es difundir clara y
ampliamente los diferentes campos de acción y el potencial de crecimiento que existe en el
sector como parte de las grandes oportunidades existentes en la actualidad.
Una de las principales ventajas de las carreras del sector STEM es que sus egresados cuentan con
un ingreso promedio más alto al resto de los profesionistas. Cifras del INEGI indican que ganan
en promedio 8% más que otras áreas de desarrollo.
De igual forma, el IMCO indica que ocho de las 10 carreras mejor pagadas en México,
pertenecen a este sector, incluyendo disciplinas como ingeniería mecánica y metalurgia, civil,
industrial, mecánica y electrónica. Por ello, las mujeres que estudian estas carreras pueden
aspirar a mejores oportunidades laborales.
“En general, el panorama es muy amplio para las mujeres ingenieras en la industria HVAC. Para
los profesionales STEM, ser un ingeniero en ventas es algo poco usual; sin embargo, no saben el
reto que representa la venta de grandes equipos de aire acondicionado, ya que se requieren
conocimientos y habilidades a nivel técnico que como ingenieros dominamos.
Y de igual forma, si prefieres otras áreas, puedes desempeñarte en temas de desarrollo de
tecnología HVAC, mantenimiento o automatización, hay oportunidades para todos los gustos”,
comentó Claudia Guevara, Ingeniera Industrial con 31 años de experiencia en Trane México,
quien se desempeña como Ingeniera de Ventas en el Canal Comercial.
Para continuar abriendo oportunidades se necesitan empresas que brinden espacios de desarrollo
y que estén comprometidas en eliminar brechas de género.
A pesar de las grandes oportunidades que brinda este sector, las mujeres continúan
enfrentándose a retos que ponen a prueba su capacidad de resiliencia y de sobrellevar situaciones
difíciles.
“El mayor reto ha sido ganar confianza en mí misma. Desde que comencé a trabajar, la mayor
parte de mis clientes son hombres con la misma o más experiencia que yo en el negocio, por lo
que fueron difíciles los primeros acercamientos.
Me tocó enfrentarme a clientes que te ven con cara de: “¿Y tú, si sabes de esto?”, y eso me ha
motivado a demostrar que claro que las mujeres sabemos y conocemos de ingeniería y de la
industria. Hoy en día mis clientes confían en mí y tengo una muy buena relación con ellos”,
comentó Alejandra Ramírez, Ingeniera Civil de la UNAM, con seis años de experiencia en
Trane como Ingeniera de Ventas en el Canal Comercial.
De igual manera, de los mayores retos para las mujeres laboralmente activas es encontrar un
equilibrio entre su vida personal y sus actividades profesionales, así como sentirse respaldadas
por sus equipos de trabajo para hacer frente a diferentes situaciones.
“Ya estando en la industria, las mujeres debemos trabajar en equipo. Existe el dicho de que el
peor enemigo de una mujer es otra mujer y pensar así es un gran error. Debemos tener una
mentalidad de apoyo. Saber que, si eres mujer y acabas de entrar a trabajar, cuentas conmigo para
apoyarte. Hacerles sentir confianza para pedir ayuda. Siempre debe haber colaboración y
motivación interna como equipo”, concluyó Alejandra Ramírez.