En México existen dos grandes factores que se han convertido en enemigos de la salud visual: el poco interés en el tema de la atención oportuna y la desinformación sobre las diferentes patologías que pueden afectar la salud ocular.
Lo anterior se refleja en la cantidad de personas que están a punto de ser víctimas del “Ladrón Silencioso”, como es coloquialmente conocido el Glaucoma, una enfermedad neurodegenerativa que ataca directamente al nervio óptico y afecta aproximadamente al 4% de la población en México y que al menos, en la mitad de estos casos, quienes lo padece ni siquiera lo saben debido a la ausencia de síntomas.
Considerando la prevalencia del Ladrón Silencioso y su crecimiento constante, desde hace más de quince años, la Asociación Mundial del Glaucoma (WGA) y la Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma (WGPA), institucionalizaron el 12 de marzo como el Día Mundial del Glaucoma con el objetivo de concientizar a las personas sobre la importancia de la prevención y atención temprana de esta condición.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el Glaucoma es una de las principales causas de pérdida de la visión en el mundo y ocupa el primer lugar de ceguera irreversible. Al respecto el doctor Juan Manuel Cardoso, Director Médico de Laboratorios Grin recomienda acudir a revisión oftalmológica de manera anual a partir de los 35 años para una detección oportuna.
En el marco del Día Mundial del Glaucoma, a continuación, se comparten algunos mitos y realidades del Ladrón Silencioso:
Mito 1.- “Solo afecta a personas mayores de 60 años”
Realidad: Si bien, esta enfermedad es hasta seis veces más frecuente en personas mayores de 60 años, el Glaucoma puede aparecer a cualquier edad, incluso 1 de 10,000 recién nacidos puede nacer con esta enfermedad. Además de la edad, otros factores de riesgo a considerar son presión intraocular, Diabetes, antecedentes familiares de Glaucoma, Miopía, Hipermetropía extrema, lesión ocular y administración de medicamentos con corticoides durante tiempo prolongado.
Mito 2.- “Si no tengo síntomas no puedo desarrollar Glaucoma”
Realidad: Existen diferentes tipos de Glaucoma, de ángulo abierto, cerrado o de tensión normal; desafortunadamente, ninguna de estas variantes presenta síntomas que puedan alertar sobre su presencia hasta que ya existe una pérdida de visión significativa. La única manera de poder diagnosticar un caso de Glaucoma es a través de la consulta y chequeo periódico de los ojos.
Mito 3.- “El Glaucoma puede curarse”
Realidad: No es curable, sin embargo, puede controlarse siempre y cuando exista atención temprana para un adecuado tratamiento que ayude a retrasar la progresión de la enfermedad. Actualmente el tratamiento del Glaucoma incluye fármacos oftálmicos, orales, terapia láser y cirugía, dependiendo de la evolución del daño.
Además de mantenerse informado, la American Academy of Ophtalmology, recomienda someterse a un examen exhaustivo de manera periódica conforme se avance en la edad.
“En Laboratorios Grin, buscamos de manera constante generar un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes a través de la innovación” comentó el Dr. Cardoso.
Según datos de la OMS, en el mundo existen alrededor de 2,200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante, de estos casos, al menos 1,000 millones pudieron haberse evitado si se hubieran detectado a tiempo.