Los tres cereales más producidos a nivel mundial son: el maíz, el trigo y el arroz. Se estima que
éstos representan cerca del 60 % del aporte energético que la humanidad puede obtener de los
alimentos. Con esto en mente, empresas de renombre en el sector de la alimentación, como es el
caso de Kellogg, procuran fortalecer sus iniciativas para apoyar las semillas que le dan vida a la
empresa y a la humanidad entera: las mujeres y los cultivos de cereal.
Kellogg basa su estrategia corporativa en el bienestar de sus productores, consumidores y el
mundo donde éstos viven. “Nuestro propósito de fundación nos compromete a mantener el
bienestar de las familias en primer lugar, contribuir a la seguridad alimentaria e incidir en todo el
sistema para seguir brindando alimentos accesibles y nutritivos a la población,” asegura Víctor
Marroquín, director y presidente de Kellogg México. Al respecto, se ha demostrado que un plato
de cereal, como Corn Flakes, y leche aporta los micronutrientes y la fibra recomendados y
disminuye la ingesta nociva de grasa o colesterol.
La relevancia que los cereales tienen para la alimentación humana y la economía se acompaña de
la labor clave de las mujeres en el sector. Ellas contribuyen, particularmente, en la conservación,
producción, tratamiento y procesamiento de estos cultivos mediante actividades especializadas.
Su participación es cada día más grande y relevante en el proceso: son fundamentales para
conseguir los objetivos planteados como sociedad. No obstante, las desigualdades continúan
siendo evidentes entre géneros. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, si las
mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos de capacitación que los hombres, la
cantidad de personas que padecerían hambre a nivel mundial se reduciría en alrededor de 150
millones.


Mediante diversos proyectos educativos, Kellogg se esfuerza por formar a mujeres y hombres
campesinos para que aprovechen al máximo las tierras que trabajan sin provocar daños en el
entorno. “Como parte del proyecto con Kellogg en la parcela donde siembro, recientemente hubo
una capacitación sobre cómo combatir plagas de manera orgánica. A mí me gustó, pues nos
dimos cuenta cómo se pueden tratar sin usar químicos, sino con otras alternativas que no dañan
tanto al planeta,” comparte Ariana Arzola Galindo, productora de Sinaloa que se involucró en
uno de los programas en favor del campo que mantiene Kellogg en conjunto con el Centro
Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
En términos de sustentabilidad, el creciente número de mujeres dedicadas profesionalmente a la
ingeniería agrónoma contribuye paulatinamente al aumento de su participación en el campo y a
la aprobación de sus propuestas amigables con el ambiente. Cualquier persona dedicada a la
agricultura se interesa en éstas debido a los beneficios económicos que representan. Referente a
ello, organizaciones internacionales de renombre, como CIMMYT, han intervenido para apoyar
con capacitaciones en el marco de algunos proyectos. Tal es el caso de “Apoyo al
Abastecimiento Responsable”, impulsado por Kellogg. “Iniciativas ganar-ganar, como los
proyectos con Kellogg de abastecimiento responsable, incrementan la sustentabilidad de la
actividad agrícola, reducen la dependencia en las cadenas de suministro largas y fortalecen la
seguridad alimentaria de las y los mexicanos en un desafiante entorno internacional”, mencionó
Bram Govaerts, director general, secretario general y CEO del CIMMYT.

El ejecutivo al frente de Kellogg insiste que tanto el papel de las mujeres en el negocio como el
medio ambiente se atienden desde lo más profundo de la organización. “Nos hemos propuesto
mantener en el centro de nuestras acciones el compromiso que Kellogg ha hecho a nivel global
con hombres y mujeres: nuestra visión ESG (ambiental, social, corporativa). Concretamente, esto
se traduce en nuestra promesa de Mejores Días,” añade Marroquín. Semejantes prioridades han
demostrado ser las adecuadas para el crecimiento de la empresa desde su fundación.
Resulta evidente que, para continuar con el tren en marcha y a todo vapor, apoyos integrales a las
y los productores y al fruto obtenido de la tierra son y serán el único camino por seguir. Kellogg
buscará fortalecer estos vínculos para sostener la excelencia de su producción y así garantizar
que todos tengan un lugar en la mesa.

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