Las Naciones Unidas establecieron el 15 de marzo como el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, y entre sus metas está combatir prácticas comerciales abusivas de todas las empresas que perjudiquen a los consumidores. En el caso de los seguros, Alejandro García López, director del despacho de abogados especialistas en seguros, Defensa Segura, explica que debemos reforzar la cultura de la reclamación y nos ofrece recomendaciones para hacer valer nuestros derechos como consumidores.
Hay que destacar que los consumidores -que somos prácticamente todos-, aportamos dos terceras partes de la economía mundial, sin embargo, no estamos organizados eficazmente y hay poca cultura en cuanto a reclamar nuestros derechos y por eso constantemente somos ignorados.
En México, en 1976 se promulgó la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) y surgió la Procuraduría Federal del Consumidor para defender, prevenir abusos y garantizar relaciones de consumo justas, por lo que nuestro país fue el primero en Latinoamérica en crear una procuraduría dedicada a este tema. En este sentido es fundamental que todos conozcamos los derechos que los consumidores mexicanos tenemos:
- Derecho a la información, que debe ser oportuna, completa, clara y veraz en cuanto de los bienes y servicios que nos ofrezcan.
- Derecho a la educación, para consumir mejor y de manera más inteligente.
- Derecho a elegir, ya que nadie nos puede presionar, condicionar la venta, exigir pagos o anticipos si no hemos firmado un contrato.
- Derecho a la seguridad y calidad, ya que los bienes y servicios deben de cumplir con las normas y disposiciones en materia de seguridad y calidad.
- Derecho a no ser discriminados, porque nadie nos puede negar un producto o servicio por causas de género, raza, religión, condición económica, nacionalidad, orientación sexual, ni por tener alguna discapacidad.
- Derecho a la compensación, que es muy relevante ya que, si nos venden un producto de mala calidad, tenemos derecho a que nos repongan o devuelvan nuestro dinero y, en su caso, a una bonificación no menor a 20% del precio pagado.
- Derecho a la protección, que se refiera a que, si algún proveedor no respeta nuestros derechos o comete abusos en nuestra contra, existen instituciones que nos respaldan.
En el tema particular de los seguros, los abogados expertos en reclamaciones a aseguradoras de Defensa Segura nos hacen las siguientes recomendaciones al contratar una póliza:
- Contratar la póliza con un agente de seguros experimentado que nos escuche y nos ayude a diseñar un producto acorde a nuestras necesidades. Entender la cobertura, nombre del producto, beneficios, montos de la indemnización y su alcance, entre las principales. No guiarse solo por el precio final, sino también comparar las primas de diferentes aseguradoras; solicitar información sobre las sumas aseguradas, los riesgos que cubre, el porcentaje de deducible, y otros servicios ofrecidos; no olvidemos que el deducible y el coaseguro son gastos que, de ocurrir un siniestro, tendremos que cubrir.
- Leer la póliza minuciosamente; corroborar que todos nuestros datos estén escritos correctamente: nombre, apellidos, edad; verificar que coberturas, sumas aseguradas contratadas, así como el monto de la prima, así como todo lo acordado, se encuentre registrado por escrito, y aclarar cualquier duda, ya que se trata de un contrato. Asimismo, por ley, hay un plazo máximo de 30 días para rectificar cualquier dato. Por ningún motivo firmar un documento sin leerlo o alguna hoja en blanco, especialmente si nos lo piden; ningún agente profesional nos pediría algo así. Un agente de seguros debe contar con una cédula emitida por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF)
- La información que se registre en la póliza debe ser verdadera y actual, ya que, si la aseguradora detecta inexactitudes o mentiras, puede rescindir el contrato sin ninguna obligación con el asegurado, y es uno de los argumentos que más utilizan para negarse a pagar indemnizaciones por siniestros.
- Es importante recordar que, en México, las primas de los seguros son deducibles de impuestos, así como los gastos médicos a cargo del asegurado: deducibles, coaseguro, copagos y gastos médicos no cubiertos en la póliza. Finalmente, solo contratar con las aseguradoras que estén registradas ante la CNSF.
Finalmente, Alejandro García López, director de Abogados de Seguros, Defensa Segura, despacho con más de 15 años de práctica en el Derecho de Seguros, señala que siguiendo las recomendaciones señaladas podemos evitar reclamaciones, “sin embargo, y desafortunadamente, en algunas ocasiones, se cometen errores que afectan al asegurado por lo que, si una aseguradora intenta disminuir el monto de una indemnización o se niega a pagar, podemos y debemos reclamar lo que nos corresponde y la ley nos apoya, puntualiza.