Dormir menos de seis horas o tener un sueño de mala calidad es la principal causa de que se genere obesidad, incluso por encima de una dieta inadecuada, no hacer ejercicio o consumir alcohol, señalaron especialistas de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño (SOMIMS).
Los expertos apuntaron que esta condición incrementa riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión, entre otras.
La doctora Yoaly Arana Lechuga, experta en medicina del Sueño, explicó que la relación entre la falta de sueño y el aumento de peso tiene que ver con la liberación de un par de hormonas que están relacionadas con el hambre y la saciedad: la leptina y la grelina.
“Se han realizado estudios que han demostrado que quienes se encuentran restringidos de sueño presentan una mayor liberación de grelina, hormona que aumenta el apetito y, al mismo tiempo, menor liberación de leptina, hormona que promueve la saciedad; por lo que a las personas que tienen privación de sueño les da más hambre y tienen la sensación de saciedad más lenta”, indicó.
En el marco del Día Mundial de Sueño, a celebrarse el viernes 17 de marzo, la presidenta de la SOMIMS, la doctora Guadalupe Terán Pérez advirtió que el 80 por ciento de las personas que acuden a consulta por trastornos de sueño presenta hipertensión, diabetes u obesidad, lo que pone sobre la mesa la importancia de mejorar las políticas enfocadas al cuidado del dormir.
“Existe una correlación entre el número de horas de sueño y los niveles de glucosa en sangre, ya que ésta se regula de forma más eficiente durante el sueño; por lo que se ha propuesto que la presencia de trastornos de sueño es un factor de riesgo para desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2, tan significativo como la herencia, la dieta o el sedentarismo”, anotó.
En relación con la hipertensión, hasta el 83 por ciento de quienes la padecen presentan trastornos respiratorios al dormir y al ser estos tratados mejora la presión arterial.
Las especialistas señalaron el 30% de los mexicanos padece algún trastorno de sueño, cifra que incrementa a 40% en personas mayores de 60 años.