Pese a que el 35% de los ejecutivos asegura que la vuelta a la normalidad tomará de entre 6 a 12 meses, según una encuesta “Impactos financieros del COVID-19 en las empresas”, realizada por PwC, las empresas deben tomar medidas para adaptarse y realizar un cambio adecuado a la nueva normalidad y durante el proceso se lo hagan saber a sus colaboradores.
Cada compañía tiene retos y obstáculos específicos que afrontar en esta nueva normalidad, y uno de estos es el manejo correcto del personal. Las empresas deben plantearse preguntas importantes sobre si regresar a laborar a las oficinas, cómo administrar el personal remoto o los protocolos de seguridad.
Sin importar el modelo de trabajo que la empresa tenga actualmente, la plataforma de pago de nómina, Runa HR, da estas recomendaciones para manejar al personal durante la transición laboral después de COVID-19:
Espacios de trabajo y tecnología. Se debe dejar claro al equipo que el espacio de trabajo al que se regresará no será igual que cuando se abandonó en marzo a raíz de la cuarentena. Esto se debe a los nuevos requisitos que los lugares laborales deben de tener, como asegurar una sana distancia entre colaboradores. También se debe replantear los espacios cerrados como salas de juntas, cocinas y cabinas, en los que se tiene que modificar su uso o estructura para reducir el riesgo de contagio. Finalmente se debe hablar con los colaboradores sobre los protocolos de higiene y medidas de seguridad a cumplirse. Todo este proceso debe realizarse con total transparencia y claridad para asegurarse que todos están en la misma página.
Una nueva forma de comunicación. Es importante tener una comunicación clara en la transición laboral dentro de la nueva normalidad por el COVID-19. Después de todo, las semanas de trabajo remoto han dejado enseñanzas al respecto, como la importancia de que las empresas sean empáticas y vean por el bienestar laboral, físico, emocional y mental de sus empleados.
Salud y seguridad. Al velar por la seguridad del equipo de trabajo, las empresas deben monitorear y mantener siempre la sana distancia. Esto también incluye crear planes de sanitización dentro de las instalaciones así como del equipo. Adicionalmente, deben ser capaces de brindar equipo de protección individual a sus colaboradores, al igual que gel antibacterial, cubrebocas, toallitas con alcohol y otros insumos de este tipo. Finalmente, tienen que desarrollar y comunicar un plan de contingencia por si se presenta un caso del virus dentro de la organización.
Un nuevo ritmo operativo. ¿Cómo la pandemia ha cambiado la operación dentro de la empresa? Esto debe incluir diferentes escenarios como el aumento de demanda o un nuevo producto o servicio. En este plan las compañías deben definir y dejar claro cuáles son los colaboradores que son necesarios para cada rol y ubicación, así como quiénes pueden seguir trabajando desde casa y quiénes no.
Bienestar y salud mental. Las empresas deben preparar a sus equipos para las nuevas situaciones, tanto personales como profesionales, con las que las personas se puedan encontrar a causa de la pandemia. El estrés y la ansiedad serán parte las afectaciones que seguramente algunos colaboradores padecerán, por lo que será importante , brindar alternativas relacionadas al traslado diario entre casa y oficina, comprender los asuntos relacionados a la productividad y sus cambios influenciados por las medidas sanitarias, así como brindar oportunidad de trabajo remoto a aquellos que no pueden o quieren regresar a las instalaciones.