Con el huracán Ian en Florida, Estados Unidos, las pérdidas récord por granizadas en
Francia, las inundaciones en Australia y Sudáfrica, las tormentas invernales en Europa y
EE.UU., así como las sequías en Europa, China y América, 2022 ha sido el segundo año
consecutivo en el que las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales han superado la
barrera de los 100 mil millones de dólares.
Esto reafirma la tendencia de un aumento anual promedio de entre el 5 y el 7 por ciento de
las pérdidas aseguradas en las últimas tres décadas, revela el último informe sigma de
Swiss Re.
"La magnitud de las pérdidas en 2022 es la imagen de una creciente exposición de
propiedades, acentuada por una inflación excepcional, y no una historia de riesgos naturales
excepcionales", mencionó Martin Bertogg, Head of Catastrophe Perils de Swiss Re.
"Aunque la inflación puede remitir, la creciente concentración de valor en zonas
vulnerables a las catástrofes naturales sigue siendo un factor clave para el aumento de las
pérdidas. Para nuestro sector, se trata de un llamado, tanto para reflejar la exposición más
reciente de forma aún más cuidadosa en las evaluaciones de riesgos, así como de seguir
apoyando a la sociedad para que esté mejor preparada".


Como las catástrofes naturales siguen causando daños materiales en todo el mundo, la
demanda de cobertura ha crecido. Al mismo tiempo, la inflación se ha disparado en los dos
últimos años, alcanzando un promedio del 7 por ciento en las economías avanzadas y del 9
por ciento en las economías emergentes en 2022. El efecto de los precios altos ha sido
aumentar el valor nominal de los edificios, vehículos y otros bienes asegurables de los
daños causados por catástrofes naturales.
"La tormenta económica no ha terminado, y es probable que las tasas de interés tengan que
seguir subiendo dada la presión inflacionista existente. Esto significa mayores costos de
financiación y, en consecuencia, es probable que los proveedores de capacidad sigan siendo
más cautelosos a la hora de desplegar capital por una serie de razones, entre ellas, la
evaluación del riesgo y la experiencia de pérdidas.
En nuestra opinión, a medida que las exposiciones más elevadas se encuentren con un
menor apetito por el riesgo, es probable que continúe el impulso al alza de los precios, el
aumento de las retenciones y el endurecimiento de las condiciones", declaró Jérôme Jean
Haegeli, Group Chief Economist de Swiss Re.
Los siniestros asegurados se debieron en gran parte al huracán Ian, el evento más costoso
del año. Al tocar tierra en Florida en septiembre como tormenta de categoría 4, Ian provocó
pérdidas aseguradas estimadas entre 50 mil millones y 65 mil millones de dólares. Después
del huracán Katrina en 2005, Ian es la segunda catástrofe natural más costosa en pérdidas
aseguradas según los registros de sigma.
En febrero de 2022, un grupo de tormentas (Eunice, Dudley, Franklin) en el noroeste de
Europa provocó pérdidas aseguradas combinadas de más de 4 mil millones de dólares, con
lo que el total para esta categoría casi duplicó la media de los 10 años anteriores. Por su
parte, Francia registró el mayor siniestro anual jamás registrado (5 mil millones de dólares)
por tormentas de granizo.
Las pérdidas globales por inundaciones fueron superiores al promedio, siendo el principal
evento las inundaciones en el este de Australia en febrero-marzo de 2022. Las pérdidas
aseguradas ascendieron a 4,300 millones de dólares, el mayor siniestro por catástrofe
natural jamás registrado en Australia.

En el extremo opuesto del espectro pluviométrico, la variabilidad meteorológica y las
condiciones anómalas de circulación atmosférica contribuyeron a graves sequías y olas de
calor sin precedentes en todo el mundo. En Brasil, las cosechas, sobre todo de soya y maíz,
fueron las más afectadas, con pérdidas aseguradas de mil millones de dólares.

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