Ecolab, líder mundial en soluciones y servicios de agua, higiene y prevención de infecciones, llama a la industria y a las cadenas de suministro globales a promover medidas de adaptación y prevención de cambio climático urgentemente, incluida la gestión inteligente del agua y una mayor eficiencia en el consumo de la energía y de los recursos.
A nivel internacional, cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Madre Tierra, y ante la crisis climática global reciente, la empresa estadounidense llama a profundizar la inversión y compromiso por la gestión integral del agua, su reúso y reciclaje, y la transición a un modelo de producción sostenible, que permita a la industria a conocer su consumo de recursos e identificar áreas de ahorro y eficiencia.
El pasado 20 de marzo de este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) identificó, como parte del sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), a mejoras en el uso eficiente del agua, la energía y los recursos como mecanismos de respuesta y adaptación importantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de adaptación al aumento de temperatura en la atmósfera.
“Nos sumamos a los esfuerzos dirigidos por los gobiernos, las empresas y a la sociedad civil para cuidar del planeta Tierra. Las advertencias están ahí y debemos poner manos a la obra, contamos con la mayor información y tecnología, y queremos colocar un estandarte alto en la gestión del agua y la energía para prevenir el calentamiento global”, aseguró Tony Sarraf, Vicepresidente y Líder de Mercado para América Latina Norte de Ecolab.
Según el informe del IPCC, hasta 3.6 mil millones de personas, casi la mitad de la población global vive en contextos que son altamente vulnerables al calentamiento global. El aumento en la frecuencia de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos han expuesto a millones de personas a la inseguridad alimentaria aguda y una escasez de agua severa, con los mayores impactos en regiones emergentes. Entre 2010 y 2020, la mortalidad humana por inundaciones, sequías y tormentas fue 15 veces mayor en regiones altamente vulnerables, en comparación con otras regiones con vulnerabilidad baja.
Mediante una mayor comprensión del consumo de agua en sus operaciones, las empresas pueden reducir su consumo de energía y prevenir la emisión de gases de efecto invernadero, precursores del calentamiento global. De acuerdo con Ecolab, una gestión más eficiente del agua puede reducir el consumo del agua casi a la mitad, el consumo de energía hasta 22% y disminuir 12% la emisión de gases de efecto invernadero.
“También hay buenas noticias, y es que con la industria hemos dado pasos agigantados. Hoy entendemos mejor que nunca que las empresas, los gobiernos y las comunidades contamos con más información y la mejor tecnología para reducir las emisiones de GEI, reciclar y reutilizar el agua. Es posible y está en manos de todos”, continuó Sarraf.
Asimismo, expertos que conforman el IPCC señalan que la acción climática acelerada puede proporcionar beneficios colaterales a las comunidades y al entorno. Por ejemplo, beneficios a la salud por una menor contaminación del aire, movilidad activa (que significa un mayor uso de la bicicleta como método de transportación y caminar) y cambios hacia dietas de alimentos sostenibles. Reducciones rápidas y sostenidas de emisiones de metano a la atmósfera pueden limitar el calentamiento global a corto plazo, mejorar la calidad del aire y la conservación de la biodiversidad.
En 2019, Ecolab anunció la puesta en marcha de sus Objetivos de Impacto 2030, que plantean el ahorro de un billón de litros de agua, equivalentes a las necesidades de agua potable de mil millones de personas; evitar la emisión de 6 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero para prevenir casi 10 millones enfermedades por contaminación. Asimismo, proporcionar alimentos inocuos y seguros a 2 mil millones de personas anuales, para prevenir hasta 11 millones de infecciones, y ayudar a limpiar 90 mil millones de manos y proporcionar atención médica segura para 116 millones de personas cada año.