Desde el inicio de la pandemia, han sido muchas las medidas que se han impuesto para intentar frenar la propagación del virus, entre ellas, el uso obligatorio del cubrebocas en espacios públicos.
Mientras algunos no lo usan correctamente o se rehúsan a ponérselo, otros por el contrario se regocijan en secreto. De acuerdo con el último estudio de Gleeden -sitio enfocado a los encuentros extramatrimoniales- realizado entre más de 8.500 usuarios, el 72% de los infieles admite que usar un tapabocas es una bendición para encontrarse con su amante de manera discreta.
Además de brindar protección contra la propagación del COVID-19, usarlo también ofrece la posibilidad de caminar por la calle de incógnito. De hecho, según un estudio reciente del Centro de Investigación de la Visión de la Universidad de York en Toronto publicado por el New York Times, el cubrebocas dificulta enormemente la capacidad de reconocer rostros y, a veces, hace que sea imposible de identificarlos.
Inclusive para los más fisonomistas, el cubrebocas camufla la mitad del rostro es suficiente para confundirlos, situación que es aprovechada por aquellas personas de corazón abierto a múltiples relaciones.
Y los infieles comprendieron los beneficios de tener la cara medio cubierta. De hecho, según la última encuesta realizada por Gleeden, El 77 por ciento de los infieles admiten que el usar cubrebocas les beneficia en sus citas extramatrimoniales.
El 57 por ciento cree que ahora es más fácil encontrarse con su amante en un lugar público. El 51 por ciento incluso se atreve a tener una cita cerca de su lugar de trabajo y el 32 por ciento cerca de su casa.
No es de extrañar que a los infieles les haya “caído como anillo al dedo” esta medida sanitaria, de hecho, el 34 por ciento de los encuestados admite que le gustaría que la obligación de usar tapabocas se prolongara el próximo año.
* Encuesta online de Gleeden, realizada del 21 al 31 de octubre de 2020, entre 8,500 usuarios.
El sitio Gleeden cuenta con una comunidad de más de 7 millones de miembros en todo el mundo. Es una empresa compuesta al 100 por ciento de personal femenino con diversos grados universitarios, que marcan las normas de contacto del sitio.