La minería es una de las industrias que menos agua consume en sus procesos de producción donde funcionan sistemas cerrados de cero descargas que evitan el desperdicio del líquido y contribuyen con la preservación del ambiente, aseguró el presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), Luis Humberto Vázquez San Miguel.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemorará el 5 de junio, el dirigente de más de 3 mil profesionistas y técnicos que se desempeñan en diversas áreas de la industria minero-metalúrgica en México, indicó que, contrario a lo que supone la mayoría de la población, la minería lleva a cabo procesos para el uso eficiente y responsable del agua porque sus especialistas están conscientes del estrés hídrico que viven no sólo los municipios del país, sino el planeta entero.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), 76% del agua concesionada en México es utilizada por el sector agrícola, 14% del volumen nacional se destina al abastecimiento público, es decir para el consumo en viviendas y comercios; 5% es utilizada por la industria energética, en específico para la producción de hidrocarburos y electricidad, y 5% restante se destina al sector industrial. De todo este volumen, que corresponde a la industria, sólo 0.35% es utilizada por el sector minero afiliado.
Las cifras reflejan que la minería requiere grandes volúmenes, es recirculada y reutilizada. El agua que se ocupa en minería nunca se vierte al drenaje, el subsuelo o los cauces, todo el volumen se recicla y únicamente se repone el agua que se queda en el proceso de separación o beneficio de los minerales.
El 58% del agua que usan las empresas mineras proviene de procesos de recirculado y tratamiento, mientras que el 1% es agua tratada; 19% es de fuentes subterráneas y sólo 23% es superficial.
La minería no compite por el uso del agua con las poblaciones donde realiza sus operaciones. Al contrario, la industria cuenta con 70 plantas de tratamiento de agua, por lo que son una alternativa ecológica porque incrementan el consumo del líquido residual tratado en las operaciones, lo que disminuye el abasto de fuentes externas, explicó Vázquez San Miguel.
Además, en algunas comunidades de México, de las 696 donde operan las mineras, existen plantas que tratan aguas residuales de las poblaciones cercanas para su utilización y con ello resuelven el problema de reutilizar el agua y contribuyen con el ambiente.
En las empresas mineras, donde participan técnicos y profesionistas afiliados a la AIMMGM, implementan acciones encaminadas a reducir el consumo de agua mediante estrictos controles de su uso para no desperdiciar el líquido en los procesos y, a la par, trabajan para alcanzar la meta de cero descargas.