Nadine Gasman Zylberman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), expresó que la pandemia del COVID-19, puso al descubierto a las desigualdades en México, en especial a las personas que viven en regiones y situaciones con estructurales sociales muy endebles.
La titular de Inmujeres explicó que trabajan con diversas dependencias oficiales para remediar los problemas de falta de equidad de género. “Tenemos que aceptar que estar en casa mucho tiempo ahonda en los problemas de una sociedad desigualdad y las mujeres son quienes padecen más estrés, aunado a que son el 70 por ciento del personal médico que está en el frente de batalla, en pocas palabras, son la primer línea del estrés y cansancio”.
Abundó que “es el momento de reflexión para que los hombres adopten nuevos roles en el hogar y apoyen a la mujer, pues está demostrado que aquellos que realizan labores en casa son menos violentos, y las mujeres no queremos regresar a la vieja normalidad, pues era muy desigualdad para nosotras”.
Ejemplificó que el tema de violencia de género ha ido al alza en últimas fechas debido a la cuarentena y sólo un 50 por ciento de las mujeres violentadas se atrevió a denunciar el acoso del que es víctima.
Al respecto, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) indica que en México, un 39% de las mujeres que laboran han sufrido violencia en los propios centros de trabajo.
Igualmente, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer que al mes de octubre tiene un registro de 925 mil 205 llamadas al 911 por incidentes de violencia contras las mujeres.
Cabe mencionar que el Informe “Una visión de Género en el COVID-19, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señala que los brotes de enfermedad afectan a hombres y mujeres de manera diferente, y que las pandemias empeoran las desigualdades a las que ya se enfrentan mujeres y niñas.
El organismo internacional alertó de la realidad de género en México, donde al mes de septiembre se tiene un registro de 2,874 mujeres asesinadas, un incremento del 0.3 por ciento a diferencia del 2019.
Para la ONU se deben implementar cinco pasos para remediar está situación:
En primer lugar, deben asegurarse que las necesidades de médicas y enfermeras estén integradas en cada ámbito de las actividades de respuesta a la COVID-19.
Segundo, brindar los servicios adecuados a víctimas de violencia doméstica.
Tercero, las medidas de estímulo deben incluir protección social y especial de las mujeres.
Cuarto, debe encontrarse la forma de incluir a mujeres en la toma de decisiones.
Quinto, debe fomentarse una carga de cuidados igualitaria entre hombres y mujeres.