Con el fenómeno del nearshoring México tiene una oportunidad única, de las que se dan cada 50 años y convertirse en una economía parecida a la de los tigres asiáticos al atraer la inversión extranjera directa que está pendiendo China y lograr crecimientos de 4 por ciento anual.

Sin embargo, se deben dar las condiciones de política pública adecuada para hacerlo realidad como un cambio radical en la política energética, cumplimiento del estado de Derecho, la reducción de la inseguridad en las ciudades y carreteras y mayor inversión en infraestructura y capital humano con el objetivo de generar mayor valor agregado e impulsar un efecto multiplicador sobre la economía.

Esas son algunas de las conclusiones a que llegaron Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Grupo Monex; Carlos Hurtado, director General de Centro de Estudios Económicos del Sector Privado; Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México; Juan Carlos Aldrete McCall, director Ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera Banorte, durante su participación en la mesa Perspectivas Económicas de la Cumbre Uniendo Mentes, organizada por la Confederación Patronal de la República Mexicana, en la Ciudad de México.

Al respecto, Carlos Hurtado señaló que con el nearshoring la inversión va a llegar necesariamente, pero para que llegue en los niveles que se esperan y no se vaya a otros países de América Latina o asiáticos como Vietnam o Taiwán, “el reto, el desafío, es que esta economía se debe parecer un poquito más a las de nuestros socios comerciales (Estados Unidos y Canadá)”.

“Un factor que impide aprovechemos esto, es la política energética, porque hoy las empresas en el mundo requieren tener certeza de que van a tener acceso a electricidad, a precios competitivos y además no contaminante, porque cada vez hay más presión de los gobiernos corporativos para que lo que sea que produzca una empresa, lo haga con energías limpias”, expresó.

“Si eso se hace, me parece que México podría estar atrayendo mucha mayor inversión; México podría crecer 1.8 puntos porcentuales más. Es decir, podemos pasar de ser un país que crece al 2 a uno que crece casi al 4%”, destacó el economista jefe de BBVA México.

Juan Carlos Aldrete McCall argumentó que hay tres aristas principales que debemos atender forzosamente y es la inversión en capital humano, la inversión en capital físico y la inversión en bienes públicos para poder tener un efecto multiplicador sobre la economía y movernos más arriba en la cadena de valor en sectores tan importantes como podría ser el de semiconductores.

Sin embargo, el crecimiento en oferta de suelo industrial ha decaído en 2023, pues la demanda de naves industriales en México al cierre del segundo trimestre del año, en construcción de naves industriales en la región centro (que básicamente incluye a la Ciudad de México y el Estado de México) tuvo una caída de 58 por ciwntl en comparación con el mismo periodo del 2022.

De abril a junio de este año, se registraron 231,000 metros cuadrados de espacio en primeras fases de obra; mientras que en el 2022 estaban en desarrollo 550,000 metros cuadrados.

La zona del Bajío y el noreste reportaron los niveles más altos de actividad, con un crecimiento de 12.5 y 35.1 por ciento, respectivamente.

 

 

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