La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios de los gastos por regreso a clases ciclo escolar 2023-2024 con respecto al 2022, que registra un alza en precios de hasta un 30 por ciento.
La lista de útiles escolares costará al menos 1,600 pesos, los zapatos y tenis 1,200 pesos, los uniformes 1,900 pesos y la mochila 500 pesos, dando un gasto total mínimo de 5,200 pesos por alumno.
Esto sin contar las cuotas escolares, ahora llamadas aportaciones voluntarias, y los gastos agregados por cada escuela que llegan a implicar mínimamente 2,000 pesos. Por ello, los gastos para este regreso a clases por alumno ascenderán a 7,200 pesos, un 30 por ciento más que el año anterior.
La inflación no ha perdonado tampoco la producción y distribución de útiles escolares. Por si esto fuera poco, existe la tendencia de endosar a los padres de familia el costo de la limpieza y mantenimiento de las escuelas aun y que ahora lo pidan como aportaciones voluntarias (cuotas escolares) que poco tienen de voluntarias y en los hechos mantienen a cabalidad su condición obligatoria, se denunció.
Existen 29 millones de alumnos de educación básica, media y media superior que asistirán a las aulas en este próximo periodo, atendidos por más de 2 millones de maestros en los 260 mil centros escolares de educación pública y privada del país. Esto resulta relevante ya que en pandemia la educación se llevó desde casa a través de plataformas de internet y televisión, lo que provocó la deserción escolar de más de 5 millones de estudiantes del país.
“Al regreso a la educación presencial en el ciclo escolar 2021-2022 pasamos a la modalidad híbrida, entre lo presencial y lo virtual, periodo de adaptación para que las familias reorganizaran su cotidianidad y sus gastos, ya que en pandemia no hubo gastos por útiles, uniformes, cuotas, zapatos, mochilas, transporte, etcétera.
Al tomar las clases desde casa, no se requerían. Los gastos escolares que las familias erogaron para este ciclo fueron difíciles de solventar porque aún los ingresos del hogar no se han recuperado del todo y la gente sigue batallando para adquirir la canasta básica de alimentos y contar con los gastos de salud, vestido y transporte”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Sin lugar a duda, una de las secuelas más dolorosas del COVID es la pérdida del poder adquisitivo que provocó la deserción de millones de estudiantes por falta de recursos y no poder contar con los medios para llevar a cabo sus estudios desde el hogar. Es tiempo hoy que no han vuelto a la escuela y no se ha logrado recuperar la matrícula perdida, por lo que la Secretaría de Educación debería ser más consciente de la situación y mostrar flexibilidad con respecto a lo que están pidiendo este regreso a clases.