El Poder de la RSE. Transformando empresas con líderes responsables.
Hablar de ser una Empresa Socialmente Responsable (ESR) ya no es una definición de simple altruismo, sino de inteligencia y estrategia de negocios. Implica no sólo centrarse en la operativa diaria de la organización, sino también en brindar un impacto que trascienda en la vida de las personas, la comunidad y el medio ambiente.
Ahora bien, tener prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es de poco impacto cuando no se sustenta con una decisión desde la filosofía de la empresa y los líderes que la guían, ya que ser una verdadera ESR impacta en la esencia del negocio y lleva a la organización a realizar procesos estructurados que le permitan destacar esas buenas prácticas con distintivos como el de ESR que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) en México y América Latina.
La lista de compañías socialmente responsables, en México, está integrada por 2,473 empresas, en los sectores: comercio, industria y servicios, e incluye desde micro, pequeñas, medianas y hasta grandes empresas, de las cuales 16 son instituciones educativas.
El poder que tiene la RSE en los negocios permite destacar múltiples ventajas, que se centran principalmente en las siguientes:
La diferenciación empresarial a través de la mejora de la reputación e imagen de marca, lo que sin duda es clave en las decisiones de los consumidores, ya que más del 71% expresa su preferencia en productos y servicios de empresas que demuestran un compromiso con iniciativas sociales y ambientales. (Cone/Porter Novelli Purpose Study)
La innovación y eficiencia, ya que según un estudio de Harvard Business Review, las empresas que integran la sostenibilidad en su estrategia, experimentan mejoras en la eficiencia operativa y la rentabilidad a largo plazo, además que la RSE puede implicar ahorros de entre el 10 y 30% de costos operativos según el Banco Mundial, permitiendo a las empresas invertir en investigación y desarrollo.
Otro beneficio fundamental es la atracción y retención del talento, este es uno de los activos intangibles más importantes y destaca un estudio de Deloitte, que el 76% de los millennials y la generación Z consideraron que las empresas deberían tener un propósito social, el 38% afirmó que dejaría su trabajo si la empresa no tiene valores alineados con los suyos, y el 75% de los candidatos considera a la RSE como un factor clave en la elección de oportunidades laborales.
“La responsabilidad social empresarial es una visión de negocios que integra el respeto por las personas, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente con la gestión de la misma empresa, independientemente de los productos o servicios que ésta ofrece, el sector al que pertenece y de su tamaño o nacionalidad”. CEMEFI.
Ahora bien, hoy existen compañías que aún no logran entender que ser una empresa con responsabilidad social ya no es una opción a considerar, sino una necesidad clave para la organización, lo que la convierte una forma de ver la vida empresarial la cual debe inculcarse desde jóvenes.
Si bien siempre será una decisión personal, en gran medida, el compromiso de formar a líderes empresariales responsables recae en las instituciones educativas de negocios, como la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) quien desde su filosofía inculca en sus alumnos el principio “Somos honestos y socialmente responsables”
Pero La Escuela de Negocios de México, no sólo contribuye a definir estos conceptos en las mentes de los estudiantes, sino que impacta en sus vidas para que ellos deseen hacer lo mismo a través de sus emprendimientos y empresas, algo que se puede lograr con un aprendizaje integral a través de distintas materias para que los alumnos comprendan cómo las empresas pueden contribuir al bienestar social, lo que fortalece a la organización y su entorno, permitiéndoles abordar desafíos y retos éticos de manera adecuada.
Otra forma es a través del desarrollo de valores de RSE, actuando de manera ética y socialmente responsable, siendo capaces de ejercer un liderazgo que les permita tomar decisiones que consideren el impacto en diferentes ámbitos, con un pensamiento crítico que ve más allá de sólo indicadores financieros.
En la EBC, se tiene la firme creencia que la RSE puede inspirar a los estudiantes a ser impulsores de progreso, emprendiendo proyectos y negocios sociales que impacten a largo plazo a sus colaboradores, clientes y comunidades, lo que se refleja desde su vida académica y resalta en su vida profesional.
Es por lo anterior que, entendiendo la responsabilidad social como la consciencia del impacto que tienen las acciones en la sociedad y en el medioambiente, y como la contribución al aumento de bienestar en la sociedad local y global, a través de un comportamiento ético y transparente, podemos decir que en la Escuela fortalece su presencia social con un permanente comportamiento de civilidad e integración a través de tres líneas específicas de acción:
Fortalecimiento de la vida institucional
Educación para el desarrollo
Cuidado y preservación del medioambiente
Ahora la Institución da cuenta puntual y detallada de sus acciones en este rubro, cubriendo en esta ocasión el trabajo correspondiente al año 2022 mediante un informe que permite a toda la comunidad escolar y a la sociedad en general conocer los logros obtenidos durante esos doce meses y por los cuales fue acreedora por 15° ocasión consecutiva al Distintivo como ESR por el CEMEFI.
“Más allá de significar que cumplimos con nuestra responsabilidad social, este distintivo subraya un hecho: tenemos un compromiso genuino y absoluto con nuestro entorno social y con el medioambiente” indicó el doctor Carlos Prieto Sierra, Rector de la Institución.
La responsabilidad social empresarial es una poderosa forma de vivir los negocios beneficiando a las empresas, moldeando a las mujeres y hombres que serán los futuros líderes del país y contribuyendo al bienestar real de las comunidades.
Tengamos presente que la combinación de la RSE con una formación sólida construye un camino más ético y sostenible en el mundo de los negocios, lo que nos lleva a una elección: vivir como simples espectadores o ser quienes recorren el primero camino, para que después otros puedan seguirlo.
Por. Miguel Madariaga Cordero, docente de la Escuela Bancaria y Comercial Campus Mérida y experto en Responsabilidad Social Empresarial