Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la sociedad no está tomando las iniciativas necesarias para frenar el desastre climático, y la salud de todas las especies que habitan la Tierra -y la Tierra misma- se encuentran en peligro.
Revisar los hábitos de consumo para responder colectivamente nunca fue tan urgente pero, ¿por qué las decisiones individuales son claves?
Tal como afirma la ONU, la mayor cantidad de emisiones relacionadas con los alimentos se debe a la producción de productos animales con uso intensivo de la tierra, como las carnes rojas, los productos lácteos y las gambas de piscifactoría.
Por el contrario, los alimentos de origen vegetal suelen requerir menos energía, tierra y agua, y emiten gases de efecto invernadero en menor intensidad que los productos de origen animal, además de disminuir el riesgo de desarrollar cardiopatías, embolias, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
“El veganismo es una respuesta efectiva a las causas humanas y ambientales del calentamiento global relacionadas con la producción de alimentos. Al adoptar una alimentación vegana y promover prácticas agrícolas más sostenibles, podemos contribuir de manera significativa a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la protección del medio ambiente”, explica Jessica González Castro, directora de GenV en México, una organización sin fines de lucro que busca promover un sistema más saludable, sustentable y justo para todas las especies que habitan el planeta.
En cuanto a contaminación y desperdicio de recursos, la ganadería utiliza entre el 20 y el 30 por ciento del agua dulce y los vertidos de residuos son frecuentes y suponen una grave amenaza para los ecosistemas acuáticos y la salud humana.
Si hablamos de justicia alimentaria, la ganadería industrial también ayuda a inclinar la balanza hacia el hambre: más del 80% de las tierras de cultivo del mundo están ocupadas por ganado y por alimento para ganado, pero éstas sólo producen el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas que se consumen en el planeta. Todo esto sin contemplar la tensión ambiental que se produce con la deforestación a gran escala.
“El veganismo propone replantear la manera de alimentar a una población en constante crecimiento con el objetivo de preservar las vidas de los animales, así como reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos de origen animal”, agrega la directora.
Por eso desde GenV invitan a participar del desafío de 7 días sin productos de origen animal por el planeta, brindando asesoramiento gratuito desde su web. El momento es ahora.