El Instituto ITZAM realizó el estudio “Percepciones y conductas de consumo en torno a tabaco y alcohol”, el cual señala que, en 4 años de evaluación de iniciativas sociales para prevenir las adicciones, la frecuencia con la que platican las niñas, niños y adolescentes con sus cuidadores pasó del 34% al 63%.

En este punto, se observa que hay un aumento en los temas de conversación relacionados con hablar del consumo de alcohol (razones, consecuencias, lugares, etc.) cuyas cifras incrementaron del 51 al 83 por ciento y sobre el consumo de tabaco del 53 a 82 por ciento.

Existe también un incrementó en la percepción sobre las ventajas de tener una buena convivencia con las madres y padres de familia para evitar que fumen, que pasó del 8 al 41 por ciento y en el caso de alcohol 15 a 42 por ciento. Mientras que, «la campaña motiva a los familiares a buscar más información sobre este tema” pasó del 76 al 91 por ciento.

Un tema relevante es que los expertos han señalado que una de las razones por la que las y los menores consumen estas sustancias, es la curiosidad. En este punto, el estudio señala que esta disminuyó, en lo que se refiere al consumo de alcohol del 77 al 60 por ciento mientras que en lo referente al tabaco pasó de 84 por ciento al 74 por ciento.

Entre las zonas con mayor número de niñas, niños y adolescentes que inician el consumo de alcohol y tabaco a temprana edad se encuentran la Ciudad de México, Ecatepec, Monterrey, Pachuca, Zacatecas y Mérida.

Algunos de los aspectos que influyen son la presión social, grupos de pertenencia y la accesibilidad para adquirir estas sustancias. La influencia del círculo cercano como los hermanos mayores que consumen alguna sustancia, son variables con alta relación al consumo de alcohol y tabaco en menores de edad, señala el INEGI.

Por ello, el Consejo de la Comunicación, en colaboración con la Fundación Gonzalo Río Arronte, expertos, empresas, escuelas, universidades, sector público, y organismos empresariales, desde hace 6 años de manera importante para evitar el consumo de alcohol y tabaco en niñas, niños y adolescentes a través del Movimiento por la Salud y su campaña “No Está Chido”.

Esta iniciativa está planteada a 10 años, implementando una estrategia, que se sustenta en 4 pilares: Promover la comunicación y la unión familiar; Impulsar la actividad física y el deporte; Promover actividades culturales y artísticas; Dar a conocer el problema.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol en los adolescentes reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, puede provocar accidentes, violencia, problemas de salud e influir en la esperanza de vida.

Por su parte, la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) señala que el consumo de tabaco ocurre a edades cada vez más tempranas, incluso antes de los 12 años; lo que aumenta más de 13 veces el riesgo de usar otras drogas.

Considerando el papel que juegan las y los hermanos mayores como influenciadores positivos, la 6ta fase de la campaña busca motivarlos a que sean un modelo a seguir de las y los menores, ayudándoles a descubrir actividades positivas que les alejen del consumo de alcohol y tabaco, a resistir la presión de sus amigos o conocidos y que fortalezcan la relación con ellos.

 

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