Cada día se le da más importancia a la salud integral, es por esto que la relación entre la salud digestiva y la salud mental ha sido un tema de creciente interés. Esto se deriva, del hecho que el intestino tiene más de 100 millones de terminaciones nerviosas, y se comunica directamente con el cerebro a través del nervio vago, que conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden provocar síntomas digestivos como dolor abdominal, náuseas y vómitos.

Una investigación de 2022 del Instituto Pasteur, usando técnicas de imagen cerebral en modelos animales, ha observado que las neuronas que se encuentran en el hipotálamo detectan directamente variaciones en la actividad bacteriana y adaptan el apetito y la temperatura corporal en consecuencia. Esto puede favorecer nuevos enfoques terapéuticos para abordar trastornos metabólicos como la diabetes o la obesidad.

La conexión está en nuestra microbiota, compuesta por millones de microorganismos, que conviven de una manera estrecha principalmente en el tracto digestivo, pero también en la boca, el tracto respiratorio o la piel, y desempeñan una función muy importante para la salud. La flora intestinal empieza a determinarse desde que nacemos y se va modificando a lo largo de la vida según el lugar en el que vivimos, nuestra alimentación o nuestro estilo de vida.

La neurociencia ha profundizado en qué manera la gastroflora sirve de mediador en la comunicación en el eje intestino-cerebro y cómo afecta al comportamiento humano. S por eso que nos queda las siguientes interrogantes ¿Qué alimentos pueden ayudar a mejor la mircrobiota intestinal?, ¿Cómo se relaciona la flora intestinal con la producción de neurotransmisores y su influencia en el estado de ánimo?, ¿Cuáles son algunos de los trastornos gastrointestinales más comunes que pueden estar relacionados con problemas de salud mental?

¿Por qué se promueve el consumo de fibras? Secreto de combinar prebióticos y probióticos para mejor salud digestiva.

En la dieta moderna se ha subestimado el papel del consumo fibra, un componente esencial de nuestra alimentación. Este nutriente es un tipo de carbohidrato que no puede ser digerido por nuestro cuerpo, pero juega un papel fundamental en la salud digestiva y general. Ya que, uno de los secretos mejor guardados para mantener un equilibrio en el sistema gastrointestinal es la combinación estratégica de prebióticos y probióticos.

Según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer en Rockville (Estados Unidos),  las personas que siguen una dieta con alto contenido en fibra tienen un 22% menos de posibilidades de morir que las que no la consumen. La investigación también revelo que quienes consumían más fibra en la dieta, además de ser más longevos, reducían el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, infecciosas y respiratorias: entre 24% y 56% en los hombres, y entre 34% y 59% en las mujeres.

Otros análisis indican que la alteración del equilibrio de la microbiota intestinal desempeña un papel importante en los síntomas digestivos. Una situación que supone la mitad de las consultas de aparato digestivo.

Por lo que incluir la fibra en la dieta diaria, tiene beneficios para la salud mental y el sistema inmunológico. Un microbioma intestinal equilibrado se ha asociado con una menor incidencia de trastornos mentales y una respuesta inmunológica más eficiente. Pero ¿Qué alimentos puedo integrar a mi dieta?, ¿cómo pueden las fibras solubles e insolubles afectar de manera diferente la salud digestiva y el bienestar general?, ¿Cómo interactúan los prebióticos y los probióticos en el sistema digestivo para promover una microbiota intestinal saludable?

¿Cómo el lavado de manos y los probióticos ayudan a prevenir la gripe por el cambio de clima?

Con la llegada de los cambios de clima, se despierta la preocupación por la temporada de gripe y resfriados que acecha cada año. La propagación de virus, combinada con las variaciones climáticas, genera un escenario propicio para preguntarse: ¿cómo podemos protegernos de manera efectiva?

La importancia de prevenir estas enfermedades es innegable, pues se estima que cada persona sufre, mínimo, dos catarros al año, siendo los menores los más propensos a padecerlos. Por ello, para evitarlos, mantener una higiene rigurosa mediante el lavado de manos, así como la ingesta de probióticos, son de gran ayuda para reducir los resfriados hasta en un 39 % y un 75% de enfermedades respiratorias similares, debido a que el 70% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en la barrera intestinal.

Los probióticos, cuentan con varios beneficios pues, las personas que toman probióticos sufren menos catarros al año, y aun cuando llegan a enfermarse, este tiene menos duración. Además, reducen el consumo de antibióticos para tratar infecciones respiratorias. Pero qué hace que estas bacterias fortalezcan el sistema inmunológico y, junto con el lavado de manos, formen un escudo contra la gripe que ocurre durante los cambios de clima.

¿Por qué la cantidad importa? Explorando los beneficios que tienen las bacterias probióticas en la salud

Una microbiota intestinal equilibrada puede prevenir una serie de problemas digestivos, desde el estreñimiento hasta enfermedades más graves como el síndrome de intestino irritable, por lo que los probióticos se posicionan como grandes aliados para la salud digestiva que también disminuyen el riesgo de infecciones y enfermedades crónicas, esto de acuerdo con investigaciones realizadas en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de México.

Por ello, surgen interrogantes como: ¿Cuál es la cantidad óptima de probióticos que debemos consumir para obtener estos beneficios? ¿Existe una dosis específica que garantice una microbiota equilibrada y una salud óptima? Los investigadores de todo el mundo aún buscan respuestas definitivas a estas preguntas, pero los datos actuales indican que la dosis correcta puede variar según la persona y su salud individual.

Aunado a ello, existen interrogantes que desconciertan a la población, debido a que los probióticos vienen en presentaciones que van de los 80 ml a los 250 g. Lo que genera la duda sobre ¿por qué las porciones son pequeñas? Por lo cual, es importante conocer cómo funcionan realmente estas bacterias y cuál es el impacto exacto que tienen en nuestro sistema digestivo. Así como, encontrar el equilibrio adecuado para mantener una buena microbiota intestinal y promover una vida más saludable en general.

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