Alexandra Cousteau, Co-founder and President of Ocean 2050 y nieta del afamado explorador Jaques Cousteau, mostró con confianza de poder reconstruir la riqueza oceánica, aspecto que la ciencia y tecnología pueden conseguir.
Sin embargo, el primer paso es tener una visión no sólo de conservación sino de reconstrucción de aquello que antes estaba en ese sitio y que el hombre destruyó, se deben articular objetivos climáticos, renovar los océanos, siendo un aspecto esencial el uso de nuevas tecnologías para salvar los océanos.
Subrayó que la sofisticación de la tecnología debe usarse en ls restauración ambiental, pues en estos momentos es poco utilizada en este sector. “Se usa mucha tecnología en aspectos mundanos como son las redes sociales, pero no se aplica en remediar las afectaciones ecológicas”.
La tecnología es muy importante, se tienen avances con drones para comprender las áreas de prioridad en los mares y se tienen empresas que apuestan a la recolección de datos con base a imágenes satelitales para rastrear barcos pesqueros y verificar la pesca normal y la ilegal. El objetivo es reducir los costos de preservación de los corales.
Resaltó que los océanos están olvidados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), quizá por la falta de herramientas de la realidad marina y de las afectaciones que padece. Se tiene que analizar el potencial de las granjas de algas en los bosques marinos y su capacidad de captura de carbono. “Se requiere de inversionistas y empresas que se involucren en financiar proyectos marinos; no olvidemos que al 2050, se podría perder hasta un 60 por ciento de la biodiversidad marina”.
Abundó que es momento de suerte en la historia para aplicarse en los océanos y atender al Cambio Climático, así como tener la capacidad de cerrar la brecha de donde se ubica el hombre y hasta dónde puede llegar. Es posible cambiar el futuro y crear un porvenir mejor para todos los humanos.
Lamentó que “se invierte más en exploración espacial que en sostener la vida de los océanos, aspecto que es evidente se debe al ego de los gobiernos y los empresarios. Se tienen planes de irse a vivir a Marte y arruinar un segundo planeta, en lugar de salvar a la Tierra”.
Calificó que las tres cosas más básicas para salvar los océanos es reducir uso de plásticos desechables; en México se tiene un grave problema de sobrepesca y se necesita fomentar la pesca ilegal; establecer áreas naturales marinas. También se tienen grandes retos para proteger sus mares en un 30 por ciento de las aguas nacionales; así como crear conciencia ciudadana para conservar a estos ecosistemas.
También se está perdiendo el oxígeno en los mares como en todo el planeta, así como pérdida de los arrecifes que son dañados por el Cambio Climático y los proyectos productivos del hombre. Los bosques marinos que son todas las plantas marinas que tienen un gran valor económico y socioambiental, no perder de vista que las algas pueden ayudar a mitigar la acidificacion de los océanos.
El desarrollo costero es un motivo de preocupación y todos estos aspectos transforman a los océanos y se vuelvan desiertos marinos, un ejemplo es el Mar de Cortes que padece de grave degradación y contaminación.
Si bien los océanos están lejos de las personas, son los generadores del oxígeno global, de perder su viabilidad, el mismo hombre pierde su propia posibilidad de sobrevivencia.
Explico que se debe adoptar una mejor visión de no sólo reaccionar a las afectaciones, un ejemplo de los atrasos humanos y los océanos son los menos subsidiados por los ODS y otros organismos mundiales.
Finalmente, expuso que es lamentable que la vaquita marina sea una especie al borde de la extinción y que México como toda Latinoamérica no implemente las políticas climáticas necesarias para proteger sus especies, evitar contaminación de sus mares y frenar la sobrepesca ilegal.