La industria de alimentos y bebidas (Food & Bev) desempeña un papel crucial en la economía mexicana, representando el 12 por ciento del PIB industrial y generando alrededor del 10 por ciento de los empleos manufactureros, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).  Sin embargo, debido a su gran relevancia, su consumo eléctrico ha tenido un crecimiento exponencial y es que de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía ha aumentado en un 260% durante los últimos 30 años.

 

Frente a su importancia, la industria ha emprendido esfuerzos significativos en sostenibilidad, abordando la gobernanza ambiental y la reducción de su huella de carbono. Estos esfuerzos incluyen prácticas más eficientes y sostenibles, así como inversiones en tecnología en todos sus procesos. La adopción de prácticas sostenibles se ha convertido en un eje central para las empresas del sector Food & Bev; estrategias clave favorecen la gestión eficiente del agua, la disminución de la huella de carbono en respuesta al cambio climático y la participación en proyectos educativos, manteniendo un compromiso inquebrantable con la salud de los consumidores. 

 

Gracias al uso de herramientas como la inteligencia artificial (IA), entre otras, estas empresas determinan la cantidad exacta de materia prima necesaria, permitiendo cumplir con la demanda sin vulnerar los recursos naturales y controlando el desperdicio de alimentos y bebidas, que, en México, asciende a más de 10 mil toneladas al año. 

 

Ante la preocupación por el impacto ambiental, la industria Food & Bev ha adoptado diversas técnicas y medidas para reducir el impacto ambiental de sus actividades, buscando soluciones que disminuyan y sea más eficiente el uso de la energía, reduzcan su huella hídrica, y así mismo encaminadas a disminuir la generación de los residuos, y los que se generan, buscan que se reutilicen, reciclen o reusen. Por ejemplo, en este caso de residuos, se han implementado  técnicas de compostaje para reducir los costos de eliminación de residuos y contribuir a la sostenibilidad. Sin embargo, todavía falta un gran camino por recorrer, pues de acuerdo con la UNAM, el compostaje puede reducir el volumen de residuos orgánicos de un 50% a un 80%. 

 

Estas medidas reflejan un enfoque integral hacia la responsabilidad social empresarial, destacando la importancia de acciones concretas para construir un futuro más sostenible, garantizando así la continuidad, agilidad y eficiencia de sus utilities y de recursos esenciales, como agua y energía, no solo para la continuidad de su producción sino de nuestros ecosistemas. 

 

Veolia, líder global en servicios ambientales, se ha posicionado como un aliado estratégico para esta industria, apoyando con soluciones ambientales con las cuales se ha logrado reducir hasta un 30% del consumo de agua de empresas de esta industria y un 15 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Ejemplos concretos incluyen una planta de alimentos que disminuyó su consumo de agua en un 50% gracias al sistema de tratamiento de aguas residuales de Veolia. Asimismo, una fábrica de bebidas redujo su consumo de energía en un 20% con la implementación de un sistema de eficiencia energética.  

 

La colaboración entre la industria Food & Bev y empresas expertas comprometidas con la sostenibilidad, como Veolia, demuestra que es posible impulsar la producción y el crecimiento sin comprometer nuestro entorno. La adopción de soluciones innovadoras beneficia no solo a las empresas, sino que también allana el camino hacia un futuro más sostenible, donde la industria Food & Bev pueda prosperar de manera equitativa y respetuosa con el medio ambiente. 

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