La industria de la construcción en México desempeña un papel crucial en el crecimiento económico del país y la generación de empleo. A pesar de los desafíos que enfrenta, existen oportunidades para su desarrollo, especialmente en el sector de la edificación y en proyectos de infraestructura. Dicho sector empresarial tiene expectativas de crecer entre un 3 a 5 por ciento en este 2024.
El sector de la construcción está enfocándose cada vez más en la sostenibilidad, mediante la innovación e investigación en temas de reciclaje, promoviendo la reutilización y la revalorización de materiales, así como la generación de nuevos productos con el objetivo de sentar las bases de un nuevo modelo económico en esta industria.
Esta industria ha estado en un proceso de recuperación desde principios de 2022. En México, la construcción se prepara para un aumento en la inversión y en el número de proyectos encaminados a una recuperación completa para el 2024.
La industria de la construcción en México tiene un valor estimado de 175.9 mil millones de dólares, posicionado como el duodécimo mercado de construcción más grande del mundo, según datos presentados en EXPO CIHAC.
De acuerdo con un reporte de Procore, el 40 por ciento de las empresas de construcción en México se beneficiaron del nearshoring, generando un crecimiento en el sector industrial y comercial. Sin duda, el sector de la construcción atrae una gran cantidad de inversión pública y privada, y los proyectos de construcción de infraestructura son una fuente muy importante en la generación de empleos, lo que provocará que surjan nuevas oportunidades para esta industria en el 2024.
Un estudio de la consultora Amanco Wavin señala las tendencias para la industria de la construcción en el 2024 y representan una oportunidad para las empresas del sector:
En 2024, la construcción sostenible, será un ámbito de alto impacto, pues se dará prioridad al uso de materiales sostenibles, como la madera certificada y el hormigón de bajo impacto ambiental. Además, los sistemas de energías renovables, como paneles solares y aerogeneradores, serán una realidad habitual en las obras.
En respuesta al cambio climático, los edificios resilientes ganarán terreno el año que viene. Diseñados para resistir fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, inundaciones y terremotos, esta es una tendencia a considerar para garantizar la seguridad de la población y sus bienes materiales.
Los edificios inteligentes equipados con sensores y sistemas de automatización también son una tendencia, estos podrán adaptarse a las necesidades de los usuarios, ajustándose automáticamente para brindarles mayor comodidad y eficiencia.
La construcción modular y la prefabricación también serán de gran relevancia, ya que permiten que las estructuras se construyan de forma más rápida y eficiente. Estos métodos permiten producir los materiales en fábricas controladas, lo que reduce el desperdicio de estos y mejora la calidad de los edificios. Con este tipo de construcción pueden crearse edificios a la medida y responder a las demandas de la población.
“El sector de la construcción está cada vez más atento a las tendencias del mercado, como la sostenibilidad y las innovaciones tecnológicas. Es muy importante entender y responder a las demandas de los consumidores para garantizar el éxito del negocio de esta industria y el bienestar de las personas”, señala Mónica Pinillos, líder branding y comunicación de Amanco Wavin México y Centroamérica.